SEPTIEMBRE UN MES PARA ORAR

Ya estamos en septiembre, ¡Mes de la Patria!, y se vuelve a oír por todas partes y a todo volumen, desde el Huapango de Moncayo, hasta esa disque “música mexicana” que cae en lo absurdo, las banderas aparecen en los coches y fachadas, el país se pinta de verde blanco y rojo, al mismo tiempo que se llena del aroma, del mole, los chiles en nogada, los tamales, el pozole, el café, el chocolate y más.
Los evangélicos también nos unimos a la fiesta y damos gracias al Señor por la libertad y por la libertad de credo del que, no sin lucha, y como un privilegio gozamos en ciertas regiones, y recae sobre nosotros el gran mandamiento : “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mateo 28:19-20). Un mandamiento nada fácil de cumplir según nuestras fuerzas pero siempre posible cuando vamos de la mano de nuestro Salvador.
Hoy ante los reclamos de paz de nuestro país, y de la búsqueda de congruencia en las instituciones, en medio de la celebración debemos doblar nuestras rodillas para pedir su consuelo y dirección, consuelo para todas aquellas personas que de una manera u otra han sido víctimas de la ofensa o la violencia y dirección y sabiduría para nuestras autoridades, y que con fidelidad nosotros podamos cumplir con la Gran Comisión.

Iglesia Nacional Presbiteriana Berith, boletín Buen Óleo domingo 3 de Septiembre 2023.

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