Madurez Espiritual – Parte 1 – 2 Pedro 1:5-8

Meditación bíblica sobre 2 Pedro 1:5-8 por el A.I. Saulo Murguía A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Introducción

Al momento de escribir esta epístola, Pedro ya era un ministro muy respetado.
Tenía una grande y valiosa experiencia.
Había estado mucho tiempo acompañando a Jesús y Jesús mismo había sido su maestro. Había presenciado el nacimiento de la iglesia.
Todo esto, ponía a Pedro la en una posición que le permitía hablar con autoridad en contra de los falsos maestros.

Cuando Pedro era ya de avanzada edad, había una actividad cada vez mas fuerte por parte de falsos maestros que trataban de apartar de la verdad a los creyentes, promoviendo falsas doctrinas.

En esta carta, que es la segunda carta del apóstol Pedro, predice cierto juicio divino contra esas falsas enseñanzas y ese estilo de vida.
En el capítulo 2 (vers. 12), refiriéndose a estos falsos maestros dice:
«Pero estos, hablando mal de cosas que no entienden, como animales irracionales, nacidos para presa y destrucción, perecerán en su propia perdición…»

Esto es, aquellos que viven de tal manera, de tal forma, hacen mal. Niegan a Cristo por medio de lo que hace y por medio de lo que enseñan. No son realmente cristianos, porque los cristianos dedican todo su ser al servicio a Cristo.

Usaban las enseñanzas del apóstol Pablo acerca de la gracia de Dios como una excusa para llevar una vida inmoral.

Esto pasaba incluso durante la vida del apóstol Pablo también. Él había denunciado durante su tiempo esa distorsión del evangelio.

Judas abordó este problema en su epístola, cuando escribió «hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios» (Judas 1:4).

Lamentablemente, esta visión distorsionada de la gracia persiste hasta el día de hoy.

De hecho el capítulo 2 de esta epístola tiene mucho que ver, guarda un parecido a la epístola de Judas, de la cual ya hemos hablado en otros videos. (Voy a dejar abajo la liga a esa serie).

Pedro no limitó su mensaje a sólo denunciar a los falsos maestros, sino que también nos dice cómo debería ser un cristiano espiritualmente maduro.

En 2 Pedro 1:5-8, el apóstol nos da una lista de características que describen a los cristianos verdaderos. Características que debemos esforzarnos por desarrollar para que por medio de ellas «llegásemos a ser participantes de la naturaleza divina» (versículo 4).

Veamos qué dice 2 Pedro 1:5-8

5 vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento;
6 al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad;
7 a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.
8 Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo

Nos habla de las características espirituales que debemos cultivar, pero no necesariamente tenemos desarrollar plenamente cada una de ellas antes de poder añadir la siguiente.

La idea es que todas deben ser cultivadas por el creyente, porque forman los rasgos distintivos de un creyente. Cada uno de estos rasgos complementa a los demás y contribuye para el desarrollo de los demás rasgos o características.

Un cristiano espiritualmente maduro debe esforzarse por crecer en todos estos rasgos al mismo tiempo, no solamente añadir otro rasgo, después de haber dominado el anterior.

Hoy hemos dedicado esta charla a conocer un poco mejor el contexto esta epístola de Pedro. Eso nos ayudará a entender cuál es la visión de qué es la madurez espiritual. En los siguientes videos estudiaremos brevemente cada uno de los rasgos que se mencionan en el pasaje.

Tengámoslos presentes:
Fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal, amor.
Hablaremos de cada una de ellas en los siguientes videos.

Hoy solo voy hablar del primero

Fe

Cuando en la biblia se habla acerca de la fe, puede referirse a:

  1. Un conjunto de conocimientos (por ejemplo, «la fe» que se menciona en Judas 1:3)
    «Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.»
    Se refiere a una fe que tiene un contenido: el conocimiento que les fue dado, no se trata algo meramente abstracto.
  2. A una creencia absoluta -una convicción- de que Dios existe, y que es fiel a su Palabra y tiene ciertas expectativas de nosotros. Pero esta fe es basada en lo que podemos conocer de Dios y a Dios lo conocemos a través del conocimiento de la Escritura. De lo contrario tendríamos una fe -o convicción- falsa, basada en nuestras propias ideas y conceptos acerca de Dios o de cualquier otra cosa.

Necesitamos ambas cosas conocimiento y convicción. La convicción basada en el conocimiento.


Puede ver todos los capítulos de la Serie sobre la Epístola de Judas (que se menciona en este video) dando click (tap) aquí:

Serie Epístola de Judas
OTROS VIDEOS DE LA SERIE «MADUREZ ESPIRITUAL»
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