Dios pide madurez espiritual – Hebreos 5:11-‬14

Meditación de la serie Epístola a los Hebreos‬‬ por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.

En la meditación anterior vimos que el escritor da testimonio de la instalación de Jesús como Sumo Sacerdote, como el Sacerdote eterno, no quedando ninguna duda de su llamamiento por Dios el Padre, así como de su obediencia hasta la muerte, y habiendo resucitado de los muertos a de ser hasta la eternidad nuestro Sumo Sacerdote, pues se ha sentado a la diestra De Dios Padre, heredando las riquezas celestiales, haciéndonos coherederos junto con Él.

De quién ahora tenemos mucho que decir, refiriéndonos a Jesús el Cristo, pues han sido tardos para oír, el escritor señala, acusa al cristiano por su memoria corta, pues en el andar por el diario vivir, se olvida de la paga que hizo nuestro Señor por los pecados, para el no creyente es difícil de entender, pero para el cristiano debería de ser comprensible, puesto que ya ha oído las buenas noticias y sabe del amor y la justicia de Dios, más es tardo para oír, no pone atención  o desprecia el mensaje, está apesadumbrado el autor de esta carta por que no se valora el precio tan alto que se ha pagado por nuestros pecados, a pesar de escuchar durante mucho tiempo el evangelio y ser instruidos en las doctrinas,  señala que los creyentes  de esa época ya deberían de ser capaces de enseñar a otros,

¿Qué diría el apóstol de nosotros? Que llevamos históricamente más de 2000 años y nos decimos cristianos y no somos capaces de transmitir el evangelio.

Más, sin embargo, muchos siguen teniendo la necesidad de que se les siga enseñando lo más esencial, los primeros rudimentos, las enseñanzas básicas del evangelio porque no han madurado, el escritor de una manera cariñosa, les compara con bebes, a los cuales solo se les puede alimentar con leche, pues el alimento sólido no lo digieren, y esto es peligroso pues se expone a la apostasía, es decir, abandonar la fe, dejar de creer en las promesas de salvación. Debemos tener cuidado de no estar en la situación de los destinatarios de esta carta, pues siendo el alimento espiritual la Palabra de Dios, es decir, Su Ley, es muy probable que el apóstol se refiera al conocimiento del Antiguo Testamento como la leche, pues este conocimiento nos lleva a los rudimentos de la religión, el principio del evangelio y cuyo verdadero propósito es conducirnos a Jesús, a la doctrina de la justificación, esto es a ser justificados por la sangre de Cristo.

Recibir el Espíritu Santo al hacer su  morada en nuestras almas se logra tener una unión con Cristo en el trono de su gloria; nos lleva  a crecer diariamente en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, a estar ejercitados en la palabra de Dios en nuestro diario vivir, para llegar a la meta en la  carrera que el  Señor nos ha puesto, creciendo y madurando en el alimento sólido por eso es muy importante que estemos en constante estudio de su palabra para que podamos compartir el evangelio con los que están a nuestro alrededor a la vez que podamos distinguir el bien del mal como un ejercicio cotidiano al conocer cada vez más la voluntad del Señor y actuar en consecuencia a este conocimiento.

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Epístola a los Hebreos
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