Maridos, amad a vuestras mujeres – Efesios 5:25
Meditación sobre Efesios 5:25 por el A.I. Marcos Mercado E.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Muy buenos días, doy muchas gracias a Dios porque hoy nos permite continuar con nuestra serie de meditaciones sobre el libro de los Efesios y nos permite poner nuestra atención en el versículo 25 del capítulo 5, pero antes voy a leer los versículos 18 y 21 al 25 que dicen de la siguiente manera:
18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,
21 Sometiéndoos unos a otros en el temor de Dios.
22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
INTRODUCCIÓN
Al analizar este pasaje nos damos cuenta que el versículo 18 nos da la orden tajante de “Sed llenos del Espíritu”
Y uno de los resultados de la llenura del Espíritu Santo es el del versículo 21 que dice Sometiéndoos unos a otros en el temor de Dios. lo cual a su vez determina nuestras relaciones con nuestros semejantes y en particular con los más cercanos que son los que están en nuestro hogar es decir con nuestra esposa y nuestros hijos
John Mc Arthur dijo: El principio general de la sumisión mutua, al someternos unos a otros, como resultado de la Ilenura del Espíritu también es la base y fundamento de los principios específicos de autoridad y sumisión, y esto tiene una aplicación inmediata a las relaciones entre esposos y esposas, padres e hijos, y amos y siervos,
Y esto es de suma importancia porque una de las peores tragedias de nuestro tiempo es que la unidad básica de la sociedad, la familia tal como la conocemos en un sentido tradicional, está encontrando una muerte progresiva y una sociedad que no protege la familia está cavando su propia tumba ya que cuando la familia desaparece, todas las cosas de valor desaparecen con ella.
Satanás sabe por experiencia que cuando el hogar se debilita., toda la sociedad se debilita, porque el corazón de todas las relaciones humanas es la familia,
Y lo que está provocando y contribuyendo a la destrucción y aniquilación de la unidad familiar, son la infidelidad marital, la exaltación del pecado sexual, la homosexualidad, el aborto, la liberación femenina, la delincuencia y la revolución sexual
Y la Palabra de Dios en este pasaje de Efesios nos exhorta para que los creyentes miembros de la familia de Dios vivamos en un contraste total frente a las normas corruptas, viles, egocéntricas e inmorales de las familias que viven a nuestro alrededor.
Y en primer lugar, nos habla del deber de las esposas y los esposos y el deber de las esposas se describe de los versículos 22 al 24 y el de los esposos del 25 al 33
Y la palabra que caracteriza el deber de la esposa es “sumisión”, y la palabra que caracteriza el deber del esposo es “amor” y en esta última palabra vamos a poner nuestra atención hoy.
Vayamos a la primera frase de este versículo que dice:
Maridos amad a vuestras mujeres
La orden de amar es muy clara y se refiere a un amor bien cimentado, íntegro, inteligente, y definido, es decir, un amor que involucra toda la personalidad incluyendo las emociones, el intelecto y la voluntad.
La sumisión del esposo a su esposa es por medio de su amor hacia ella, y se refiere a un amor sin límites, un amor cuya principal característica, es que es espontáneo y abnegado,
John Stott dijo que el ejemplo que tenemos de este amor sin límites es el de nuestro Señor Jesucristo el cual siendo la “cabeza” de la iglesia se entregó a si mismo por ella y sacrificó su vida
Y este versículo dice que, de la misma manera, un esposo debe entregarse a si mismo por su esposa
Y miren ustedes, cuando un marido ama a su esposa de esta manera, la sumisión de la esposa permite que en lugar de ser dos personas en contraposición y pleitos lleguen a ser una sola unidad, un solo cuerpo con una sola cabeza, y eso es muy importante porque un cuerpo sin cabeza no funciona y tampoco una cabeza sin cuerpo, ya que los dos son indispensables, y por eso el versículo 21 dice “someteos unos a otros” y también Dios mismo fue el que ordenó y dijo “los dos serán una sola carne”
John MacArthur dijo que el amor del esposo se encarga de proveer todo lo que sea necesario para cuidar y sustentar el cuerpo sin importar el costo y proporciona ayuda, dirige, enseña, advierte o anima y si algo se necesita lo da, sin importar que su ayuda sea recibida o rechazada, apreciada o despreciada
La segunda parte de este versículo dice:
así como Cristo amó a la iglesia,
Cristo amó a la iglesia con todos su pecados, errores y defectos y esa es la clase de amor de Cristo.
Y al esposo se le manda amar a su esposa con sus errores y defectos, ya que es muy claro que la voluntad de Dios es que el marido ame a su mujer, así como Cristo amó a la iglesia.
Esta forma de amar implica que aún y cuando con los años desaparezcan todas las características atractivas y aun las virtudes de la esposa, el mandato de amarla permanece y la obligación es todavía mayor porque la necesidad de la esposa de ser y sentirse amada también es mayor,
La tercera frase de este versículo dice:
y se entregó a sí mismo por ella,
Cuando Cristo se entregó a si mismo por la iglesia, Él renunció a sus prerrogativas corno Hijo de Dios y «no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz» (Fil. 2:6-8),
Entregarse a sí mismo es morir al ego es decir morir al “yo”
FF Bruce dijo Lo que esto implica es que no hay ningún sacrificio, que un marido no deba estar dispuesto a hacer, ni siquiera el de su vida, en favor de su esposa.
John MacArthur dijo una forma práctica de amar y morir al ego. es no solo estar dispuesto a sacrificar su vida por su esposa, sino también: 1) estar dispuesto a hacer sacrificios menores por ella 2) poner a un lado sus propios gustos, deseos, opiniones, preferencias y bienestar, con el único fin de agradarla y satisfacer sus necesidades. 3) Aún y cuando el esposo tenga la razón, debe evitar que el enojo se apodere de su corazón y aun a defenderse, 4) en vez de ello soportar todo con un silencio amoroso y paciente y 5) Tener paciencia para aguantar cualquier desorden, cualquier irregularidad o cualquier molestia, al estar cara a cara frente al desperdicio, la necedad, la extravagancia, y la insensibilidad espiritual,
CONCLUYO
La sumisión de la esposa para ser una sola con su marido tiene una relación muy estrecha con el deber del marido de amarla, con un amor que va mucho más allá de un afecto o atracción natural, y que implica una preocupación activa, incesante y sacrificial por su bienestar.
Y nos queda claro que ningún ser humano pecador tiene la capacidad para amar con la plenitud y perfección divinas con las que Cristo amó y amará por siempre a la iglesia.
Por eso Efesios 5:18 nos ordena “Sed llenos del Espíritu”
Y solo el esposo que obedece esta orden y se somete a Dios siendo lleno del Espíritu Santo tiene la capacidad de tratar de amar a su esposa esforzándose en seguir el ejemplo de amor que Jesús tiene por la iglesia ya que además su prioridad no está basada en la condición atractiva de la esposa a la que ama, sino en obedecer el mandato de amar que Dios le da.
Y estas normas tan elevadas para el trato que el marido debe dar a su esposa, salvaguardan la dignidad y el bienestar de la esposa.
Termino repitiendo el texto en el que pusimos nuestra atención el día de hoy
25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
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