Las respuestas de Dios

Meditación bíblica por el Hno. Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Hoy hablaremos de las respuestas de Dios a nuestras oraciones que son: sí, no y espera.

Iniciaremos con lo que seguramente menos nos gusta escuchar, es “no”; a nadie le gusta un “no” por respuesta, cuando lo que se está esperando es un “sí”.

Y cuando el “no” viene de Dios, ¿qué hacer?

Cuando el “no” es de parte de parte de nuestro Dios, el sentido es completamente diferente.

Nuestro padre celestial en su sabiduría infinita y conocimiento de nosotros mismos sabe lo que es mejor para cada uno de nosotros, así que, si Él tiene un “no” por respuesta, es porque aquello que pedimos es algo que no nos conviene, así que no es bueno para nosotros, o no estas listo para aquello, o Él tiene algo mejor.

El rey David nos puede dar un buen ejemplo de un “no” por respuesta. I Crónicas 17:1-4 dice “Aconteció que morando David en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí yo habito en casa de cedro, y el arca del pacto de Jehová debajo de cortinas. Y Natán dijo a David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios está contigo. En aquella misma noche vino palabra de Dios a Natán, diciendo:  Ve y di a David mi siervo: Así ha dicho Jehová: Tú no me edificarás casa en que habite”

Ciertamente, la intención de David fue buena “edificar casa a Jehová” pero ése no era el plan de Dios, esto fue algo reservado para su hijo Salomón.

Esto no era lo que David quería escuchar, sin embargo, este no era el plan de Dios.

Más adelante en I Crónicas 22: 8-10 Dios le dice porque, dice:

“Mas vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí. He aquí te nacerá un hijo, el cual será varón de paz, porque yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor; por tanto, su nombre será Salomón, y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días. Él edificará casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre.”

David tuvo el gran privilegio de saber porque “no”. Lo cual no siempre sucede así, lo que sí pasa, es que, si algo no está en la voluntad de Dios, simple, Él no lo permitirá.

Como ya decíamos, el “no” es justamente lo que no queremos oír, seguramente nos frustrará y desanimará, incluso podemos molestarnos, pero finalmente, Él nos permite ver porque no lo permitió. Cuando en nuestra obstinación vamos en contra de la voluntad de Dios, ten la seguridad de que más temprano que tarde las cosas irán muy mal.

“Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.” Efesios 5:17

“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cómo es la voluntad de Dios: buena, agradable y perfecta.” Romanos 12:2 (NVI)

Por lo tanto, no estes ansioso y pienses que Dios no te escucha. 1ª Pedro 5:7 dice “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” El Señor siempre está ahí.

Saludos y Bendiciones.

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