Pero cuando agradó a Dios – Gálatas 1:15
Hoy hablaremos brevemente acerca de cuándo Dios se agrada y nos aparta y llama.
Gálatas 1:15 dice:
“Pero cuando agradó a Dios que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia”.
Pero cuando agradó a Dios
¿Qué pasa cuando Dios aparece en nuestra vida?, todo cambia.
Pablo y nosotros no somos diferentes, pues al igual que Pablo nosotros también podemos experimentar un cambio total cuando Dios se apodera de nuestras vidas. Recordemos, Pablo cuando en ese momento era Saulo se dirigía a Damasco resuelto para aprehender a los cristianos cuando de repente un resplandor del cielo lo rodeo y cayendo en tierra oyó una voz que le decía por su nombre «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? dura cosa es dar coses contra el aguijón”
Esto lo vemos en Hechos 9: 2-5.
Cuando se está muy alto es difícil escuchar a Dios. Saulo tuvo que estar derribado y estando en tierra solo así pudo escuchar la voz del Señor. Este fue el momento en que el Señor apareció en la vida de Saulo, después de esto todo cambió pues pasó de ser un fanático perseguidor a un valiente predicador y defensor de la fe en Jesucristo, difundiendo las buenas nuevas del evangelio como un poderoso apóstol.
Así, pero cuando “agradó a Dios” es una frase que divide nuestras vidas en dos partes, un antes y un después, es decir, seguramente antes de ese momento luchábamos con pecados, diferentes circunstancias y problemas en nuestra vida, tales como familia, trabajo, salud, economía, etc. pero cuando a Dios agradó tomar nuestra vida, todo cambió. Él nos libera del pecado y nos da una nueva vida en Cristo, trae paz y armonía a nuestra vida, siendo sanados de nuestro pecado y nuestro pasado, Él nos muestra un nuevo futuro.
Ahora para vivir esta nueva vida es necesario ser cristianos de tiempo completo, del tipo “pero cuando Dios”, sin importar la situación en la que te encuentres Dios está ahí, Él puede obrar y hacer cosas maravillosas, en este sentido debemos considerar que no siempre entenderemos por qué Dios obra de tal o cual manera.
Lo verdaderamente importante es que Dios siempre está actuando y tiene cuidado de nosotros, Él puede restaurar nuestra familia, aquellos pecados tan difíciles pueden ser vencidos cuando los entregamos a Dios y los llevamos a los pies de la cruz de Jesucristo rogando el perdón.
No importa lo oscuro de nuestro pasado, cuando lo llevamos al resplandor de Jesucristo y confiamos en el sacrifico de Jesús en la cruz, podemos ser transformados y al igual que Saulo que era conocido por un pasado oscuro, pero cuando Dios intervino, Saulo – Pablo fue conocido como otra persona, una que defendió y compartió las buenas nuevas del evangelio.
Lo mismo sucede con nosotros, “pero cuando a Dios agradó”, Él interviene haciendo grandes cambios en nuestras vidas.
Somos testigos de la Gracia y del amor de Dios actuando en cada uno de nosotros como fieles creyentes.
Hasta aquí nuestra reflexión. Dios mediante, en la próxima hablaremos de la forma sobre natural en la que Dios puede apartarnos desde el vientre.