Y habiendo acabado todo estar firmes – Efesios 6:13

Meditación sobre Efesios 6:13 por el A.I. Marcos Mercado E.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

reciban un muy cordial saludo y doy muchas gracias a Dios porque al continuar con nuestra serie de meditaciones sobre el libro de los Efesios hoy podemos poner nuestra atención en el versículo 13 del capítulo 6, pero antes voy a leer de los versículos 10 al 13 que dicen:

10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

INTRODUCCIÓN

La metáfora que hemos estado considerando es la de una guerra, que se libra contra un enemigo sobrehumano lo que requiere que usemos una armadura sobrehumana.

Y este versículo 13 nos indica que vestirnos con la armadura de Dios tiene tres objetivos 1.- que podamos estar firmes contra las asechanzas del diablo ,2.- que podamos resistir en el día malo y 3.- que habiendo acabado todo, estemos firmes.

 Vayamos pues a la primera frase de este versículo que dice:

13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios,

Hendricksen dijo que lo primero que notamos en estas palabras es que el lenguaje que se usa es muy cortante y contiene un mandamiento terminante, que parece decir, “No permitan que el enemigo los sorprenda sin defensa.

Por lo tanto, tomen toda la armadura, y háganlo de inmediato, sin vacilar ni perder tiempo, pero además recuerden ¡tomen la armadura completa!”

John MacArthur dijo que algunos no están interesados en la armadura porque sienten que no están involucrados en esta guerra, pero la realidad es que como pueblo de Dios estamos en guerra y seguiremos en guerra hasta que Cristo regrese por segunda ocasión a la tierra con todo su poder para juzgar y gobernar la tierra.

Ahora bien, como estamos en guerra, aun el más valiente y leal soldado de Cristo está indefenso sin la armadura que Dios ha provisto, por lo que el mandato que tenemos es tomad toda la armadura de Dios.

John Stott dijo que las palabras que se utilizan en el texto original en griego que se traducen como toda la armadura de Dios dan a entender “la armadura completa de un soldado bien pertrechado”

Y al respecto debemos reconocer cuatro cosas: 1) Que la armadura y las armas son de Dios, 2) que las comparte con nosotros. 3) que tenemos que ponernos la armadura, 4) que debemos tomar las armas, e ir a luchar contra las huestes espirituales de maldad.

Miren ustedes, el apóstol Pablo estaba muy familiarizado con los soldados romanos ya que se había encontrado con muchos de ellos en sus viajes, pero además cuando escribe el libro de los Efesios estaba encadenado a uno por la muñeca.

Y aunque es poco probable que ese guardia estuviera vestido con toda la armadura completa que se usaba en el campo de batalla, sin embargo, el tenerlo siempre junto a él, lo llevó a utilizar esta metáfora

La siguiente frase de este versículo dice:

para que podáis resistir, en el día malo

Y “el día malo” se refiere a la época actual; y Efesios 5:16 dice que “los días son malos” y nuestra época es mala porque las fuerzas del mal ejercen un control notable sobre el mundo en que vivimos que está lleno de densas tinieblas.

Por eso 1 Juan 5:19 dice: Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno

Y también por eso la Palabra de Dios nos advierte en 1 Juan 2:15-16 dice: «No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo, Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”.

Hendricksen dijo que resistir en el día malo se refiere a que todos vamos a tener días de pruebas difíciles, es decir momentos críticos en nuestra vida cuando tendremos aflicciones, tensiones especiales y grandes crisis en los que el diablo y sus huestes de maldad nos atacarán con gran intensidad Y como nunca sabemos el momento en que estas crisis van a ocurrir, la orden es que resistamos vestidos y protegidos por la armadura de Dios.

Y con esta protección divina podremos estar confiados y estables contra de las asechanzas del diablo y permanecer firmes aún en el día malo.

Por otra parte, el resistir no significa únicamente estar esperando el ataque del enemigo, sino que implica defenderse y a la vez atacar por lo que aquí describe a los soldados vestidos para la batalla y lanzándose a la lucha. no solamente rechazando sus embestidas, sino que, inclusive avanzando en el campo enemigo, utilizando toda la armadura de Dios

Vayamos a la última frase de este versículo que dice:

y habiendo acabado todo, estar firmes.

Nuestra doble responsabilidad consiste no solo en resistir sino también en estar firmes.

John Stott dijo que los cristianos tibios e inciertos, que no tienen una base firme en Cristo, son presa fácil del diablo y cuando los principados y potestades de maldad comienzan a soplar son como hojas y ramas que se mecen y que no pueden resistir el viento.

Por ello, para darnos ánimos, Jesús mismo dijo en Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo

Miren ustedes, cuando Martín Lucero compareció ante la dieta de Worms y fue acusado de herejía dijo: “Todo creyente que es fiel a la Palabra de Dios no puede hacer más que estar firme”

Y es un hecho que todos conocemos creyentes que habiendo acabado todo en la obra del Señor, se mantuvieron firmes hasta el final.

Pero también conocemos creyentes que no fueron fieles hasta el final y por eso

2 Juan 8 advierte. ‘Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo»

Y también 1 Corintios 9:27 dice: sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado y lo que le preocupaba al apóstol Pablo era dejar de ser útil al Señor.

Y todos conocemos hombres y mujeres que durante muchos años asistieron a la iglesia y aún inclusive participaron activamente en muchas de sus actividades, pero el día menos pensado se dieron por vencidos, dieron la espalda a su trabajo y desaparecieron en medio del tumulto mundano,

Por ello lo importante no es lo que un creyente haya logrado en el pasado, sino que una vez que termine la batalla y el humo se haya desvanecido. permanezca de pie, fiel y firme delante de Dios

Y aunque las circunstancias de cada caso, de los que se alejaron de Dios son diferentes, la razón subyacente siempre es la misma: se quitaron la armadura de Dios y por ello perdieron el coraje, el poder y el deseo de estar firmes.

CONCLUYO

En la gran guerra espiritual en la que nos encontramos, este versículo nos exhorta a resistir y estar firmes. Y antes de concluir voy a repetir la advertencia que mencioné el jueves pasado, que tenemos en la Palabra de Dios en 1 P. 5 8-9 que dice: «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar’  

y también repito la promesa que tenemos en Santiago 4:7 que dice.: «Resistid al diablo, y huirá de vosotros»  

Y miren ustedes, los gozos más grandes llegan con las victorias más grandes, y las victorias más grandes vienen como resultado de las más grandes batallas, cuando son luchadas en el poder del Señor utilizando esta maravillosa armadura sobrehumana que Dios mismo ha forjado para nosotros y de la cual vamos a hablar los siguientes jueves

Termino repitiendo el texto en el que hoy pusimos nuestra tención

13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

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Reflexiones sobre la Epístola a los Efesios
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