¿Qué es la Navidad? – Mateo 1:21
Meditación bíblica sobre Mateo 1:21 por el A.I. Saulo Murguía A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
En la descripción que hace Mateo del nacimiento de Jesús, leemos que antes de que María y José se unieran para consumar su matrimonio, María se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Como José, su esposo, era un hombre justo y no quería exponer a María a la desgracia pública, pensó divorciarse de ella en secreto.
Pero después de pensarlo, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado es del Espíritu Santo…».
Y lo que el ángel dijo a continuación es lo que me gustaría considerar brevemente esta noche. Le dijo a José en Mateo 1:21:
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Introducción
Al considerar el nacimiento de Jesús hoy, la pregunta es “¿Qué es la Navidad?”
¿Cuántas personas -en estos días que llamamos “temporada navideña”- se han detenido a reflexionar sobre el verdadero significado de la Navidad? ¿Saben cuál es el verdadero significado de la Navidad?
Para reflexionar sobre ello, y responder a esa pregunta, nos será útil observar primero lo que la navidad no es.
Lo que no es la Navidad
Hay muchas cosas que la Navidad no es. Voy a mencionar algunas.
Primero, la Navidad no es un espíritu. Muy frecuentemente en estos días oímos a la gente hablar sobre el “espíritu navideño”. Oímos hablar de esto en la radio y la televisión, y leemos sobre ello en los periódicos, redes sociales, etc.
“El espíritu de la Navidad”, dicen, y acto seguido proceden a decirnos qué es ese espíritu.
Lo describen como amor o alegría o generosidad o ser amable o hacer cosas buenas o paz en la tierra.
En esta época del año, nos inundan las películas, especialmente en la televisión, que enfatizan el “espíritu navideño”, sea lo que sea.
Y eso es muy bueno, porque siempre hay lugar para el amor, la alegría, la generosidad, la bondad y todo eso en Navidad.
Pero sí estas cosas no son una definición real de la Navidad.
En segundo lugar, la Navidad no es un sentimiento. Algunas personas asocian recuerdos y tradiciones entrañables con la Navidad. Claro que es bueno tener recuerdos, pero, ese no es el significado central de lo que es la Navidad.
Y en tercer lugar, la Navidad no es dar y recibir regalos. Muchas personas trabajan muy duro en los días previos al 25 de diciembre para asegurarse de tener regalos para familiares y amigos. Dar y recibir regalos contribuye a tener un ambiente alegre y festivo.
¿Cuál es la palabra que los niños y adultos por igual asocian con la Navidad? La palabra es ¡regalos!
No está mal intercambiar regalos en Navidad, pero dar y recibir regalos no es lo que caracteriza a la Navidad.
Entonces, si eso no es la Navidad, ¿qué es la Navidad?
Qué es la Navidad
Según la RAE la palabra Navidad proviene del latín nativitas, ‘nacimiento”. Lo define tanto como la festividad anual en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo pero también, por extensión, como el tiempo comprendido entre Nochebuena y la festividad de los Reyes Magos.
A pesar de ser una fiesta cristiana, la Navidad es celebrada actualmente en gran parte del mundo también por no cristianos -quitándole todo su contenido religioso- como una ocasión de reencuentro y reconciliación entre familiares y amigos cercanos.
Así, la Navidad se ha convertido en la fiesta cultural más celebrada en el mundo.
Pero, veamos un poco de la historia de esta celebración.
Curiosamente, la Iglesia no comenzó a celebrar el nacimiento de Cristo como un evento separado sino hasta el siglo IV.
Eligieron la fecha del 25 de diciembre para celebrar el nacimiento de Cristo, y con esto se proponían contrarrestar las festividades paganas que se realizaban con motivo del solsticio de invierno.
Entre los romanos, desde el año 274 d.C., bajo el emperador Aureliano, se rendía culto al Sol Invictus (el “Sol Invencible”) cuya fiesta se celebraba con motivo del solsticio de invierno el 25 de diciembre, cuando, se creía, era la noche más larga y, a partir de entonces, el sol comenzaba a renacer. Esta fiesta se llamaba Dies Natalis o Nativitas, y de ahí viene la palabra “Navidad”.
De modo que desde entonces, para contrarrestar esta celebración pagana, la iglesia cristiana en esa misma época hacia la celebración del nacimiento de Cristo.
Ya en el siglo XVII, los puritanos, se oponían a la celebración de la Navidad. Durante la Guerra Civil en Inglaterra, en 1647, cuando el Parlamento de ese país estaba controlado por los puritanos, se declaró ilegal celebrar la Navidad. Este grupo afirmaba que buscaba purificar la Iglesia de Inglaterra y, por eso, rechazaban las fiestas, los banquetes y la decoración navideña, como los adornos de acebo y las velas.
En ese contexto, cerraron las iglesias y desplegaron soldados para desmantelar celebraciones clandestinas.
Casi de inmediato hubo oposición por parte de la gente. En diversas ciudades, los habitantes protestaron y saquearon negocios abiertos en Navidad. La Revuelta Navideña de Canterbury de 1647 fue un ejemplo emblemático: los ciudadanos tomaron el control de la ciudad y colgaron la típica planta navideña acebo en todos rincones, de manera desafiante, según consigna un artículo de National Geographic.
Los puritanos llevaron sus creencias a las colonias americanas. En 1659, en Massachusetts se multaba a quienes celebraran la Navidad. La festividad era considerada una distracción pecaminosa que desviaba a los fieles de la verdadera adoración. Aunque muchos colonos seguían con los festejos en secreto, otros desafiaron abiertamente la ley.
Todo esto no logró erradicar las celebraciones, pero sí disminuyó su popularidad en la región.
La Navidad en México es una celebración que conjuga elementos religiosos, culturales y ancestrales, dando como resultado una festividad única en el mundo.
Con la llegada de los españoles en el siglo XVI, el catolicismo romano se introdujo en lo que entonces era Nueva España. Los franciscanos, dominicos y agustinos, se dieron a la tarea de evangelizar a los pueblos indígenas. Como parte de este proceso, se introdujeron las celebraciones cristianas, entre ellas, la Navidad. Sin embargo, la Navidad no se implantó de forma rígida. Los misioneros buscaron puntos en común entre ambas culturas para facilitar la evangelización. Así, muchas de las celebraciones prehispánicas, ligadas al solsticio de invierno y a la renovación de la vida, se fueron fusionando con las tradiciones cristianas.
Hasta aquí de historia.
Regresemos a nuestra época y donde vivimos. Nosotros celebramos la Navidad, y sabemos que hay al mismo tiempo una celebración secular con el mismo nombre. Lo que hacemos es buscar siempre marcar claramente la diferencia con la celebración secular que ha perdido el significado original. Porque…
La Navidad es una celebración del nacimiento de Cristo Jesús.
Ahora, podríamos preguntarnos, ¿por qué celebramos el nacimiento de Jesús, si ocurrió hace dos mil años?
La respuesta nos la da Mateo 1:21, donde leemos las palabras del ángel a José:
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Jesús no fue un bebé como cualquier otro. Fue un bebé extraordinario.
Pero no solo eso. Fue sobrenatural, veamos por qué:
- Fue concebido de manera sobrenatural. María quedó embarazada por medio de la obra del Espíritu Santo en su vientre. No entendemos ese misterio, pero eso es lo que nos dicen las Escrituras sobre la concepción de Jesús.
- Jesús era completamente hombre y también completamente Dios.
- Jesús era sobrenatural porque nunca pecó. A diferencia de tu y yo, que luchamos diariamente con el pecado a diario, Jesús nunca cometió un solo pecado en toda su vida.
- Vino a salvar a su pueblo de sus pecados. Hay muchos problemas que nosotros, como seres humanos, podemos resolver, pero el único problema que no podemos resolver es el problema del pecado. Con todos los avances en tecnología, ciencia, etc., nunca se ha logrado ningún progreso con respecto al problema del pecado.
La razón por la que Jesús nació fue para encargarse del problema de nuestro pecado. Por eso vino a la tierra.
La Biblia nos enseña que Jesús murió en una cruz para pagar el castigo que merecíamos por nuestro pecado. La Navidad es tan significativa para nosotros porque sabemos que Jesús murió para pagar por nuestros pecados.
Hay dos cosas que debemos saber,
- Jesús salva a las personas que reconocen que son pecadores que necesitan un Salvador. Es necesario reconocer que eres un pecador que necesita un Salvador. Debes admitir tu pecado ante Jesús y pedirle que te perdone por tu pecado.
- Jesús salva a las personas que confían en que él solo los perdonará. Solo Jesús, nadie más, puede perdonarte y concederte la vida eterna. Jesús es el único que puede salvarte de tu pecado.
Esta Navidad, no te confundas con el significado de la Navidad.
Hay muchas cosas que acompañan nuestra celebración de la Navidad, y muchas de ellas están bien. Pero la esencia de la Navidad es la celebración del nacimiento de Jesús, que nació para salvar a su pueblo de sus pecados.