Administradores del tiempo – Efesios 5:15-16
Meditación bíblica sobre Efesios 5:15-16 por el Hno. Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Inicia un nuevo año y seguramente al igual que muchos tienen algún o algunos propósitos para este 2025, y los más comunes suelen ser los que tienen que ver con la salud, la familia, el trabajo, logros personales, etc. Sin embargo, no es muy común escuchar propósitos tales como: tener un plan de lectura bíblica, anhelar hacer la voluntad de Dios, trabajar para su obra, o apartar un tiempo para tener comunión con Dios, etc.
Entonces, en este año que inicia ¿Está en tus propósitos buscar este tiempo?
Efesios 5:15-16 dice:
Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.
Tomando en cuenta las palabras del apóstol Pablo y trayéndolas a nuestro contexto y pensando en las redes sociales, ¿Cuánto tiempo le dedicamos a éstas?
Hemos de decir que las redes sociales son de gran influencia en nuestra mente y/o pensamientos, y sin duda una gran fuente de información.
Así, entonces sería interesante evaluar cuánto tiempo pasamos en las redes sociales y cuál es la clase de contenido que absorbe ese tiempo. Porque si bien es cierto que podemos encontrar muchas cosas edificantes, también es muy cierto que hay mucha basura.
Podemos encontrar mucha autoglorificación, egoísmo, vanidad, sensualidad, erotismo, etc. Esto no quiere decir que esté en contra de las redes sociales, pues de ser así, este audio no existiría, sino de su mal uso.
Un tiempo en el dispositivo con el contenido adecuado llega a ser vivificante.
Así que tomando en cuenta las palabras del apóstol Pablo examinemos diligentemente lo que vemos en la pantalla y cuánto tiempo pasamos en ello, pues lo que entra por nuestros ojos afecta nuestra mente y corazón, “pues de la abundancia del corazón habla la boca” -Mateo 12:34.
Seamos selectivos con aquello que vemos, recuerda: nuestras almas han de ser alimentadas con la palabra de Dios, que es palabra de vida, no con vana palabrería.
