Elegido desde el nacimiento – Jueces 13:2-5
Meditación bíblica sobre Jueces 13:2-5 por el Hno. Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
2Y había un hombre de Zora, de la tribu de Dan, el cual se llamaba Manoa; y su mujer era estéril, y nunca había tenido hijos. 3A esta mujer apareció el ángel de Jehová, y le dijo: He aquí que tú eres estéril, y nunca has tenido hijos; pero concebirás y darás a luz un hijo. 4Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda. 5Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos.
Es muy interesante notar que en el tiempo de los jueces, fue un tiempo de anarquía y apostasía, pero todavía había hogares judíos consagrados al señor y que creían en la oración, y Dios todavía estaba obrando a través de ellos.
Es el caso de Manoa, quien cuando su mujer le contó lo sucedido, oro a Dios para saber cómo habría de ser la manera de vivir del niño y que debían de hacer (como vemos en el versículo 12). Sin duda, este es un mensaje maravilloso, que recibió directamente por parte de Dios diciéndole que ella tendría un hijo y que desde su nacimiento sería bendecido, pues él sería de liberación para su pueblo.
Dios usa a lo débil del mundo para confundir a lo fuerte (1 Corintios 1:26-28).
Los bebés necesitan tiempo para desarrollarse, pero Dios es paciente y nunca tarda en cumplir su voluntad. Es muy triste ver que para algunos, un bebé no es un regalo de Dios y la promesa de un nuevo comienzo y que la madre lleva dentro de sí un gran potencial, y es trágico ver como en la sociedad de hoy día un bebé no nacido es considerado como simple materia, en lugar de un milagro, o como un estorbo en vez de un bien.
Sansón sería nazareo desde su nacimiento, esto es consagrado o separado, los nazareos se consagraban al señor de una manera especial, para una obra especial, como Juan el bautista.
Ahora, la pregunta para nosotros sería:
¿Es necesario que alguno de nosotros reciba verbalmente tal mensaje por parte de Dios?
La realidad es que la palabra de Dios declara lo que eres en Cristo y lo que espera del creyente. Efesios 2:10 dice
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Merece la pena aclarar que las obras no son para salvación, sino producto de la salvación que Cristo conquistó en la cruz.
Así entonces eres obra de Dios, creado en Cristo y con un propósito, bendecir a otros; y llegar a ser la respuesta a la oración de otras personas, para guía, dirección, y esperanza.
Toda buena obra que realicemos en principio ha de ser en el nombre de Jesus, y no siempre tendrá que ver con grandes proezas, pueden ser pequeñas cosas que también importan, como mostrarse amable y sonreír a los demás, ser empático con quien estás sufriendo, ya sea un familiar, una migo, un compañero escolar o laboral, decirle que tu estas ahí y que puede contar contigo. Pregunta:
¿Estás listo para cumplir el propósito de Dios y ser de bendición a otros?