
La importancia de la confesión – 1 Juan 1:9
Meditación bíblica sobre 1 Juan 1:9 por el Pbro. Pedro Arcos Sánchez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
En esta mañana vamos a meditar la primera carta de Juan, capítulo 1, verso 9. Voy a darle lectura, dice de la siguiente manera:
“Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.”
La primera carta de Juan fue escrita en un momento en que la iglesia estaba enfrentando desafíos y controversias.
Los falsos maestros estaban enseñando que Jesús no era el Hijo de Dios, y que la salvación se podía obtener a través de la observancia de la ley y las obras.
Juan escribió esta carta para corregir estos errores y para animar a los creyentes a vivir una vida de fe y obediencia a Dios.
La carta de Juan se dirige a una audiencia que estaba familiarizada con las enseñanzas de Jesús y la tradición judía.
Juan enfatiza la importancia de la comunión con Dios y la necesidad de vivir una vida de santidad y obediencia a Dios.
El verso 9 del capítulo 1 de primer de Juan dice, Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar y limpiarnos de toda maldad.
Este verso habla de la confesión. La confesión es un acto de humildad y reconocimiento de nuestra condición pecadora. Implica admitir nuestros errores y debilidades delante de Dios.
Dice, Si confesamos nuestros pecados. Pero luego dice, Él es fiel y justo. Dios es fiel a sus promesas y justo en sus acciones.
Su fidelidad y justicia se manifiesta en su disposición a perdonar y limpiarnos de toda maldad. Pero también dice, perdonar nuestros pecados. El perdón de Dios es completo y total.
Cuando confesamos nuestros pecados, Dios nos perdona y nos limpia de toda maldad. La limpieza de Dios no sólo se refiere a la eliminación de nuestros pecados, sino también a la transformación de nuestra naturaleza. Dios nos hace nuevas criaturas.
El verso 9, la primera carta de Juan, nos recuerda la importancia de la confesión y el perdón en nuestra relación con Dios.
Mis queridos hermanos y amigos, este texto nos habla que si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar. Dios les bendiga, mis queridos hermanos y amigos.