LA IMPORTANCIA DE ACOMPAÑAR EN LA FE

Si hay algo que debemos tener claro, es que todo cuidado espiritual -el que damos y el que recibimos- empieza con Dios. Sin su amor, sin su guía, simplemente no podríamos acompañar a otros en su caminar de fe. Él es quien nos capacita, nos impulsa y nos pone justo donde debemos estar.
Tenemos el ejemplo de Pablo y los tesalonicenses. Si Dios no hubiera guiado a Pablo, ellos jamás habrían escuchado el Evangelio ni recibido ese apoyo espiritual que tanto necesitaban. Y aunque Pablo enfrentó mil obstáculos, nunca perdió la fe en que Dios lo llevaría de vuelta. ¿Y qué pasó? Cuatro años después, ahí estaba otra vez, visitando a los cristianos de Tesalónica. Dios no falla.
Y es que así es Él: siempre pone a las personas correctas en nuestro camino, justo en el momento que más las necesitamos. Pablo no pudo regresar de inmediato, pero Timoteo sí. Y si no hubiera sido Timoteo, habría sido otro, porque Dios siempre abre caminos para que su mensaje llegue, incluso a quienes parecen estar fuera de alcance.
Ahora, cuidar espiritualmente a otros no es tarea fácil. Se necesita mucho amor, y seamos honestos: solos no podemos. Pero ahí entra el Espíritu Santo, que nos llena de amor verdadero y nos da oportunidades para mostrarlo. Nos sostiene, nos fortalece y nos cuida, hasta el día en que estemos cara a cara con Él. Todo lo que hace tiene ese propósito: llevarnos a casa.
Cuando buscamos motivación para cuidar de otros, no hay mejor ejemplo que Jesús. Cada vez que lo imitamos en su amor, en su entrega, nos parecemos más a Él. Así que, con su ayuda, esforcémonos por ser buenos cuidadores… pero también buenos receptores. Porque una iglesia unida se construye cuando todos crecemos, servimos y nos amamos para la gloria de Dios.

IGLESIA NACIONAL PRESBITERIANA BERITH, BOLETIN BUEN ÓLEO Domingo 21 de Septiembre 2025

Comparte con tus amigos

One thought on “LA IMPORTANCIA DE ACOMPAÑAR EN LA FE

Comentarios cerrados.