Alabar a Dios por todos sus beneficios – Salmo 103:1-2

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Meditación bíblica sobre Salmo 103:1-2 por el Pbro. Pedro Arcos Sánchez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Vamos a continuar estudiando el Salmo 103. En esta ocasión voy a dar lectura a los dos versos.

Dice de la siguiente manera. Bendice alma mía a Jehová y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios.

Cuando leemos este Salmo, el Salmo 103, este Salmo se titula simplemente el Salmo de David. No sabemos las circunstancias en las que fue escrito, pero dado que el Salmista era un hombre, era un hombre de Dios, que conocía la gracia y la liberación de Dios muchas veces. Seguramente este Salmo fue escrito en diferentes momentos de su vida, el Salmista.

Dice el verso 1 y 2. Bendice alma mía a Jehová y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice alma mía a Jehová. El Salmista llama a su alma a bendecir a Jehová.

Era como si el Salmista estuviera mirando su alma y entendiera que no estaba alabando a Dios lo suficientemente. Entonces el Salmista llama a su alma a hacer más, que debe alabar más a Dios. Y luego dice “bendiga todo mi ser su santo nombre”.

David también entendía que la adoración, que la alabanza tenía que ser más que superficial, tenía que ofrecerse de la forma más completa posible. Él quería que todo su ser, toda su alma alabara a Dios. Y luego dice nuevamente, encontramos la palabra bendice alma mía a Jehová, pero dice y no olvides ninguno de sus beneficios.

Aquí encontramos la repetición “bendice alma mía a Jehová” en el verso 1 y luego en el verso 2 repite lo mismo, pero luego agrega, dice y no olvides ninguno de sus beneficios. Dios nos da sus beneficios. Dios ha derramado sus bendiciones en nuestra vida.

Cuando Dios da sus beneficios, sus bendiciones en nosotros, y nunca debemos olvidar. Entonces el Salmista dice “bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios”.

Una vez que Dios nos salva, nos da la salvación, nunca debemos olvidar lo que Cristo, lo que Jesús hizo por nosotros. Por esa razón el Salmista dice y no olvides ninguno de sus beneficios. Y como pueblo de Dios, Dios nos ha dado la salvación y no debemos olvidar esa bendición y debemos ser agradecidos con Dios.

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