Bendecir al Dios que redime – Salmo 103:3-5

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El Salmo 103 son los primeros cinco versículos que hace ocho días empezamos a estudiar las primeras dos versículos. Dice, bendice alma mía Jehová y bendiga a todo mi ser su santo nombre.

Bendice alma mía Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corone de favores y misericordias, el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. En este, en este momento, bendice alma mía Jehová y bendice a todo mi ser su santo nombre.

Bendice Pero sobre todo lo demás debemos estar agradecidos porque Él ha perdonado todas nuestras iniquidades. Es un milagro inefable de la GRACIA DIVINA que los pecados tan rojos como el carmesí puedan hacer hechos más blancos que la nieve. El saber que nuestros pecados han sido quitados para siempre, por la sangre preciosa de Cristo, es simplemente demasiado para comprender.

El segundo beneficio para recordar es la sanidad de todas nuestras enfermedades o dolencias. Antes de entrar en el problema que surge basándose en ese texto, reconozcamos que la sanidad procede del perdón. Lo físico está estrechamente relacionado con lo espiritual, aunque toda enfermedad es el resultado directo de un pecado.

Algunas enfermedades sí que no lo son. Donde existe esta conexión, el perdón debe preceder a la sanidad. Pero el problema, obvio, todavía está aquí.

El versículo dice, el que sana todas tus dolencias. Pero en la experiencia práctica sabemos que no son sanadas todas las enfermedades y que tarde o temprano todos moriremos si el Señor no viene antes. Así que, ¿qué significa este versículo? Al responder haríamos las siguientes observaciones.

En primer lugar, toda sanidad verdadera es de Dios. Si hemos estado enfermo, si hemos recuperado, pues debemos darle gracias a nuestro Dios. Y segundo, el Señor puede sanar toda clase de enfermedad porque no hay nada imposible para Dios.

El tercero, el Señor puede sanar mediante uso de medicinas naturales durante un período de tiempo o puede sanar milagrosamente, instantáneamente. Entonces, en este versículo dice, Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo de tu vida. Aquí notamos que todo proviene de nuestro Dios.

Y esa es la razón que el pueblo de Dios debe estar agradecido por todos los beneficios que hemos recibido por parte de nuestro Dios. Dios les bendiga, mis queridos hermanos y amigos. Hasta pronto.

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