Deja que Cristo conduzca tu vida

Meditación sobre Filipenses 2:12–18 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

Cuando vamos a pasear o a un día de campo, al ir por la carretera en muchas ocasiones vemos señales con indicaciones que nos advierten acerca del camino, si es peligroso, debemos moderar la velocidad: si hay una curva peligrosa o una pendiente, también si hay un derrumbe o un cruce de animales.

En la biblia en Proverbios 22: 3 y 4 podemos leer:

3 El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño.
4 Riquezas, honra y vida

Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.

Debemos de estar atentos al camino que seguimos en nuestra vida y tomar en cuenta las indicaciones que nuestro Dios, nos revela a través de estudiar su palabra, Él nos ama y quiere bendecirnos.

En el versículo 12 de nuestro pasaje en Filipense 2 leemos:

12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,

El Apóstol Pablo nos llama a no ser descuidados, a estar atentos al camino que seguimos, no es necesario que alguien pregunte por nuestra conducta como a niños, ¿Cómo te portaste el día de hoy?, sino que seamos activos.

Al ocuparnos de las cosas del reino de nuestro Dios, debemos tomarlo con seriedad, ser diligentes, sabiendo que si hacemos su voluntad Él nos bendecirá en todo lo que hagamos.

El temor no se refiere a que se tenga miedo a la condenación o al infierno, se refiere a seguir con atención y con cuidado los mandamientos de nuestro Dios, a apartarnos del mal, a ser santos, a estudiar su palabra y ser apartados para Dios.
En muchas ocasiones las circunstancias no nos favorecerán o estaremos en una difícil posición, pero debemos confiar en que Dios es el señor de todas las cosas y que Él nos fortalecerá.

En el versículo 13 del pasaje leemos:

13 porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Dios conoce el corazón de cada uno de nosotros, sabe cuáles son nuestros defectos y debilidades. Solo Él en su infinita gracia puede llevarnos a hacer morir nuestros propios intereses y cambiar nuestra mente para andar en sus caminos.

Debemos dejar que Cristo conduzca nuestra vida. Debemos estudiar la palabra de Dios para que nos revele cuál es su voluntad y dejar que su palabra, su amor y su presencia en nuestra vida, moldee nuestros pensamientos, sentimientos y acciones llevándonos a ser más como Él, amando lo que Él ama, odiando lo que Él odia y actuando como Él actúa.

Dios sabe si tengo fe en que Jesucristo es mi salvador, Pero ¿cómo saben mis amigos y vecinos si realmente somos cristianos? Si mis acciones no demuestran que Cristo vive en mi corazón.

¿Soy diferente a los demás?

Las personas que viven a nuestro derredor se pueden dar cuenta por nuestro testimonio que si somos diferentes, pero esto es producto de nuestra fe en Cristo. Que nos llevará a amar a los demás, andar en su obra y sus caminos, y ser cada vez más radicales en cuanto al hacer morir a nuestros propios intereses y nuestra inclinación al pecado.

En los versículos 14 y al 16 del pasaje en Filipenses 2 leemos:

14 Haced todo sin murmuraciones y contiendas,
15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
16 asidos de la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que no he corrido en vano, ni en vano he trabajado.

El Apóstol Pablo nos exhorta a ocuparnos de nuestra salvación con sumo empeño y cuidado, pues solo Dios es el que nos da el poder y las ganas de hacerlo.

Debemos ser diligentes en la obra de Dios en nuestras vidas, usando todos los medios que Dios ha puesto delante de nosotros y siguiendo el ejemplo de Cristo, amando y preocupándonos por nuestro prójimo, dando testimonio y perseverando en su obra mientras Dios nos preste vida.

Aún y cuando nuestras situaciones en este mundo sean difíciles, ya sea por problemas o enfermedad, debemos estar gozos, confiados en nuestra fe en Cristo, sabiendo que al final estaremos junto con Él alabando y dando gloria a nuestro Dios.

El Apóstol Pablo dice en 2ª Timoteo 1:8 y 9:

8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,
9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos,

Hermanos, dejemos que Cristo conduzca nuestra vida, estamos puestos para testimonio en un mundo que no tiene valores, en el que las personas solo piensan en su propio beneficio, inmersos en su pecado.

Oremos a nuestro Dios pidiendo por medio de nuestro señor Jesucristo para que podamos cumplir el propósito que Él tiene para nosotros y que nuestra vida sea testimonio de que Cristo mora en nuestro corazón a todos los que nos rodean.

A. I. Nelson Daniel Miranda Giles.

Comparte con tus amigos