El tema central de la Biblia

Meditación bíblica en por el A.I. Saulo Murguía A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

Introducción

Aunque la Biblia fue escrita por más de 40 autores diferentes durante un período de aproximadamente 1500 años, la Biblia presenta una cosmovisión integrada en sus doctrinas de Dios, el hombre, la ley, la historia y la salvación.

La Biblia es, en realidad, un solo libro y por tanto tiene un tema central.

Durante casi 2000 años, los cristianos de todos los países, idiomas y culturas, han confesado que la Biblia es una revelación unificada de Dios.

La Biblia misma lo confirma.

La armonía de la enseñanza bíblica es tan maravillosa que representa en forma gradual la revelación en el desarrollo histórico de la relación de pacto de Dios con su pueblo desde la creación hasta el fin del mundo.

Los cristianos de todas las épocas han confesado esa unidad del mensaje bíblico, aunque no todos han encontrado la unidad de la Biblia en los mismos temas.

Ahora bien, veamos de que nos habla la Biblia, para descubrir cual es el tema central:

PRIMERO: LA REDENCIÓN

La historia bíblica presenta el desarrollo del plan redentor de Dios.
Nos dice cómo el hombre cayó en pecado y cómo Dios en Su gracia salvó al hombre (Génesis 3:1-15).

Nos habla del gran amor de Dios por los hombres pecadores y de la muerte de Jesús para redimir al hombre (Juan 3:16).

La Biblia nos enseña que el Espíritu Santo fue enviado al mundo para aplicar la obra redentora de Jesús al hombre (Romanos 8:1-14).

En el clímax de la historia, veremos al mundo redimido y la plena manifestación de la gloria de Dios (1 Crónicas 15:22-28).

Todo esto tiene que ver con la redención, que es, sin duda, uno de los grandes temas de la Biblia.

Pero el tema de la redención no parece lo suficientemente amplio como para incluir temas como la creación, que ocurre antes de que haya alguna necesidad de redención y de hecho el relato de la creación no solo es información de fondo para la redención.

SEGUNDO: CRISTO JESÚS

La Biblia, a través de sus páginas, nos habla de Cristo mismo.

Lo presenta como Creador del mundo y la Palabra de Dios encarnada (Juan 1: 1-3).

Desde la caída hasta la consumación de la redención, el mensaje bíblico se centra en la persona de Cristo como Salvador del mundo.

Está prefigurado en tipos y predicho en profecía (Lucas 24: 25-27).

Sin duda, Cristo es parte de ese tema central.

TERCERO: EL PACTO

La Biblia también presenta la idea del pacto, que es definitivamente un tema importantísimo.

La Biblia cuenta la historia de los pactos de Dios con Adán y Cristo (Romanos 5:12 y sig.).

Nos dice cómo Adán rompió el pacto y llevó a la raza humana, a la que él representaba, al pecado y al juicio.

Noé, Abraham, Moisés y David recibieron promesas de pacto que representaban una renovación del pacto con Adán y la promesa de un mejor pacto por venir.

Ese mejor pacto, por supuesto, es el nuevo pacto en Cristo.

Jesús, el Cristo, llegó a ser nuestro nuevo representante, a triunfar donde Adán había fallado. Por su muerte en la cruz, nos redimió del pecado y del juicio, la maldición adánica. En Su resurrección, nos da vida. Por lo tanto, desde la creación hasta la redención, todo el mensaje bíblico es un pacto.

EL REINO DE DIOS

El tema central de la Biblia tiene que ser un tema lo suficientemente amplio como para abarcar cada idea bíblica importante, un tema que incluya la redención, honre debidamente a Cristo como Creador y Salvador, y también haga justicia a la centralidad de la idea del pacto.

Ese tema es el reino de Dios. En el reino de Dios, se incluyen y se les da el lugar adecuado a todos los demás temas principales que hemos mencionado.

Además, el reino de Dios incluye otros temas importantes para nuestra comprensión de la Biblia, como la creación, la enseñanza bíblica sobre ángeles y demonios, la doctrina del juicio final y el castigo eterno.

Cristo mismo sigue siendo un tema central de la Biblia porque, como Rey, es el centro del reino, su esencia misma. La redención como tema central se entiende como el relato de Dios restaurando el reino a su propósito original.

Porque después de que Dios creó Su reino, el hombre fue rebelde a al pacto que Dios había establecido con él, y condujo ese reino al pecado.

Además, el pacto se entiende de manera apropiada cuando se reconoce que el pacto es la constitución del reino, la definición de la relación del Rey Celestial con Su pueblo.

En la historia bíblica, reino y pacto son conceptos casi sinónimos y, dependen uno del otro. El pacto define y establece el reino; el reino en su esencia es una relación de pacto extendida.

Génesis comienza con la creación del reino de Dios y la rebelión del hombre.

El resto de la Biblia dice cómo Dios restaura el reino para Sí mismo y devuelve al hombre a la posición de gloria del reino que Dios diseñó originalmente para él.

La historia es la historia de la guerra de Dios contra el mal.

Dios, al triunfar, restaura Su reino a través de Cristo, llevando a cabo así Su propósito original para la creación.

El evangelio que Cristo predicó fue el evangelio del reino de Dios: «Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.» Mateo 4:23

Sus parábolas, para muchos algo sumamente difícil de entender, iniciaban comúnmente con «El reino de Dios es semejante a…»

Al apóstol Pablo predicó el mensaje del reino. En Hechos 28:30-31 nos relata: «Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.»

El último libro de la Biblia -Apocalipsis- celebra el establecimiento eterno del reino de Dios: «El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.” Apocalipsis 11:15

El final del libro de Apocalipsis (capítulos 21 y 22) describe la nueva Jerusalén, la ciudad celestial, el cumplimiento del propósito de Dios para la creación y la manifestación final del reino de Dios.

Cristo como cabeza del nuevo pacto trae el reino de Dios, cumpliendo las promesas hechas a Abraham y David, cumpliendo todo lo que Dios había diseñado para el hombre en la creación original.

Cristo Jesús derrota todo intento de destruir el reino, salvando al mundo y estableciendo el reino eterno.

Por lo tanto, el reino de Dios es el tema central de la revelación bíblica.

Este tema central incluye la redención a través de Cristo Jesús y el pacto establecido por Dios para restablecer la relación del hombre con Dios, ambos temas son parte de este tema central, porque el pacto es la constitución del reino, Cristo es el rey y la redención es la obra de Dios de restaurar el reino para que el hombre, como viceregente de Dios, pueda cumplir su propósito original.

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