No os afanéis por el día de mañana – Mateo 6:34

Meditación sobre Mateo 6:34 por el A.I. Marcos Mercado Estrada
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

Como todos los jueves, me da mucho gusto enviarles un muy cordial saludo y doy gracias a Dios poque por medio de medio electrónico nos permite comunicarnos y el día de hoy poner nuestra atención en el versículo 34 del capítulo 6 del evangelio de Mateo que dice de la siguiente manera:

34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

INTRODUCCIÓN

En este versículo, nuestro Señor Jesucristo concluyó una importante enseñanza para ayudarnos a enfrentar el importante problema del afán y la ansiedad que en algún momento todos enfrentamos cuando nos preocupamos por nuestras necesidades materiales.

El Dr. Martyn Lloyd Jones mencionó que este problema se puede manifestar de dos maneras

1. A algunos les tientan las posesiones materiales de tal manera que los dominan en el sentido de que siempre quieren acumular más y más posesiones

2. A los que no tienen posesiones materiales y tienen necesidad les preocupa el ¿qué comeremos? ¿Qué beberemos?, ¿qué vestiremos?

Pero, la raíz, del problema es la misma ya que tiene que ver con nuestra relación con las cosas de este mundo. Y en este pasaje bíblico nuestro Señor Jesucristo se esmeró en advertirnos acerca de este asunto utilizando diferentes argumentos.

Y sabiamente habló de este tema porque, la preocupación es algo que se puede apoderar de nosotros y controlarnos y en algunos casos hacer que nuestra vida gire alrededor de ello.  

Es un poder muy fuerte, una fuerza real, y si no nos damos cuenta de ello, podemos estar ansiosos, agobiados y deprimidos debido a las cosas con las que nos enfrentamos y a veces nos afectan en el presente, pero lo más increíbles es que a veces también nos preocupamos y agobiamos por el futuro,

Y por ello después de utilizar tres veces la expresión, “No os afanéis”, concluye esta exposición con un mandato que encontramos en el versículo 34 que dice: Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.

Esta expresión podría traducirse como ‘No estéis ansiosos por’, ‘no os inquietéis por’, ‘no os preocupéis por’ el mañana.

Y este es un versículo maravilloso porque nos habla del presente y del futuro y nos da dos argumentos sólidos para no preocuparnos del futro que son: 1) el mañana traerá consigo su propio afán y 2) «Basta a cada día su propio mal!’

¿Por qué concluyó con estas palabras esta enseñanza tan importante? Por dos razones:

  1. Porque el afán y la ansiedad son un problema tan real que ciertamente nos afecta en el presente, pero a veces lo hacemos extensivo al futuro y nos preocupamos y nos afligimos por el día de mañana
  2. Porque nuestro Señor sabe que algunas personas viven toda la vida preocupados no tan solamente por el presente sino también por el futuro

Y fíjense bien que en ningún otro libro se encuentra un análisis más profundo del afán, la ansiedad y la preocupación ansiosa que tiende a destruir al hombre en este mundo, como la que encontramos en los diez versículos de este capítulo 6 de Mateo que hemos analizado en detalle en las últimas meditaciones.

¿A qué se debe la preocupación?

La preocupación se debe a que tenemos una imaginación tan activa, que nos hace considerar toda clase de posibilidades. Puede hacernos pensar cosas raras, y con su terrible poder puede transportarnos al futuro a situaciones que todavía no han ocurrido. Y por ello podemos llegar a estar preocupados, perturbados y agobiados con algo que es puramente imaginario.

Además, la preocupación por el futuro es completamente inútil y vana; porque no consigue absolutamente nada.

Y es un simple desperdicio de energía porque, por más que uno se preocupe por ello, no se puede hacer nada respecto al mismo. Ya que muchas veces, las catástrofes o desastres que se imaginan; no son ciertos, y quizá nunca sucederán.

La advertencia de nuestro Señor, es ¿no se dan cuenta que, en un sentido, están hipotecando el futuro al preocuparse por él en el presente? Ya que, el resultado de preocuparse por el futuro es que uno se paraliza en el presente; y disminuye su eficiencia respecto al día de hoy, y con ello reduce toda su eficacia respecto a ese futuro al que habrá que llegar.

La realidad es que en nuestra vida diaria tenemos problemas y dificultades, algunos de ellos son constantes día tras día; algunos varían y no debemos cargarnos con los problemas y dificultades del día de ayer y menos con los imaginarios del día de mañana; sino que debemos vivir para el día de hoy.

Finalmente hay que estar conscientes que toda preocupación sobre el mañana, ya sea que se trate de la comida, el vestido o cualquier otra cosa es una preocupación que se experimenta en el presente, el día de hoy y si estamos ansiosos o afanados, por algún suceso que puede. ocurrir en el futuro esa preocupación la estamos viviendo en el presente.

Por ejemplo, algunas personas se preocupan de no poder pasar un examen o por encontrar empleo o casarse o conservar su salud, o tener éxito en alguna empresa.

Hay un dicho popular que dice «No te preocupes, por algo que quizás nunca suceda’;

Y ya que todo lo que puede pasar en el futuro es una fantasía, «Los temores pueden ser mentirosos», de hecho, la mayoría de las preocupaciones, nunca se hacen realidad. Por lo que la preocupación es una pérdida -pérdida de tiempo, ideas y energía. Necesitamos aprender a vivir día a día.

Y hay algunas personas que están tan preocupadas acerca de cómo van a poder vivir en el futuro que no tienen tiempo de ayudar a algunos que lo necesitan en este momento.

Vayamos ahora al segundo argumento que nuestro Señor Jesucristo utilizó en este versículo

 Basta a cada día su propio mal

Dicho de otra manera “Si Cada día tiene suficiente con sus propios problemas que ¿por qué anticipar los del día de mañana? Si lo hacemos, duplicamos la preocupación. Porque si nuestro temor no se hace realidad, nos preocupamos inútilmente; si se hace realidad, nos preocupamos dos veces en vez de una y no nos conviene duplicar el problema de la preocupación

Debemos aprender que es de vital importancia andar con Dios y obedecerle diariamente, confiar en Él diariamente, y de recurrir a Él para todas nuestras necesidades cotidianas. Por eso Jesús nos enseñó a orar diciendo “El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”

Ciertamente debemos ser precavidos pensar, tener cuidado y tomar medidas razonables, para el futuro, pero no afanarnos más acerca de ello, de tal forma que ocupe todo nuestro pensamiento.

CONCLUYO

Aunque todos los seres humanos, como consecuencia de la caída de Adán, vamos a tener que ganar el pan con el sudor de nuestra frente y en ese proceso vamos a tener pruebas, tribulaciones y conflictos. A los cristianos Jesús nos dijo “no os afanéis” porque La preocupación no es compatible con la fe cristiana.

Preocuparse por cosas materiales de tal forma que acapare nuestra atención, absorba nuestra energía y nos cargue de ansiedad es contrario al sentido común y es incompatible con la fe cristiana.

El Señor Jesús en varias ocasiones llamó hombres de poca fe a sus discípulos cuando se angustiaron ante algunos problemas importantes ya que la preocupación es siempre una característica de los hombre y mujeres de poca fe.

El Salmo 42:5 dice: ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle,

O sea, uno debe preguntar a su alma por qué está abatida, y despertarla y decirle espera en Dios

Miren ustedes, una parte importante de la fe es creer en todas las promesas del Señor y una de sus promesas dice “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados que yo os haré descansar

Además de apropiarnos de las promesas de nuestro Dios, nuestra seguridad y confianza como cristianos están basadas en dos cosas:

  1. En el hecho de que Dios es nuestro Padre Celestial y Él es el que controla todo el universo y en cuyas manos omnipotentes está toda nuestra vida., y
  2. Y cuando los creyentes tenemos pruebas y tribulaciones sabemos que esto forma parte del cuidado de Dios por nosotros ya que Romanos 8:28 dice: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados  

Por nuestro bien, los invito para que el día de hoy y toda nuestra vida obedezcamos la orden de nuestro Señor Jesucristo que encontramos en este versículo que dice: Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal. Amén

Comparte con tus amigos