No deis lo santo a los perros – Mateo 7:6

Meditación sobre Mateo 7:6 por el A.I. Marcos Mercado Estrada
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

Buenos días, en este jueves me da mucho gusto enviar a cada uno de ustedes un muy cordial saludo

El día de hoy vamos poner nuestra atención en el versículo 6 del capítulo 7 del evangelio de Mateo que dice de la siguiente manera:

6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.

 INTRODUCCIÓN

Los 3 jueves anteriores pusimos nuestra atención en el mandato de nuestro Señor, «No juzguéis y ya dijimos que después de ordenarnos que no juzguemos, nos advirtió que seremos juzgados con el mismo juicio con que juzgamos y de que debemos quitar la viga de nuestro propio ojo antes de empezar a tratar de quitar la paja que está en el ojo del hermano,

y para concluir su enseñanza acerca de no juzgar a los demás, Jesús dijo las siguientes palabras: «No deis lo santo a los perros, no echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen«.

¿Cómo entendemos esta afirmación? ¿Cómo la interpretamos? ¿Qué significa para nosotros? ¿Qué quiere decir esto?

¿Cuál es el significado de esta imagen o parábola?

Las primeras 4 palabras de este texto bíblico son “No deis lo santo” y entonces la pregunta que surge es:

1.- ¿QUÉ ES LO SANTO?

Se refiere a la verdad, que es santa, y que ha sido comparada con las perlas. Es el mensaje cristiano, el mensaje del reino y en otra de sus enseñanzas Jesús comparó el reino de los cielos con una perla de gran precio.

Un ejemplo de cómo aplicar las palabras “No deis lo santo “lo tenemos cuando Pablo y Bernabé con valentía en Antioquía de Pisidia predicaron en la sinagoga,

Pero los judíos rechazaron la verdad y mostraron su incapacidad para valorarla y rebatían contradiciendo y blasfemando lo que Pablo decía, por lo que Pablo y Bernabé. dijeron, en Hechos13:46  

 «A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios, más puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles y Pablo dijo que ya no les iba a predicar más; que no les iba a seguir presentándoles estas cosas santas.

Y lo dijo porque estas personas a las que les presentó la verdad; hicieron precisamente lo que nuestro Señor profetizó. Ya que como como dice esta parábola, como perros y cerdos, se opusieron, blasfemaron y pisotearon la verdad.

 La reacción del apóstol fue que volvió la espalda a los judíos se apartó de ellos; para ya no volverles a presentar el evangelio. y se convirtió en el gran apóstol a los gentiles.

Ahora bien, es necesario aclarar que esta enseñanza de Jesús es solamente para situaciones excepcionales y extremas en las que quizás nos vamos a encontrar ya que; nuestro deber cristiano es el de ser pacientes y perseverar con otros, de la manera en que Dios ha perseverado pacientemente con nosotros.

Ahora bien, en este versículo habla de perros y cerdos

2.- ¿A QUÉ SE REFIERE CON LOS PERROS Y LOS CERDOS?

En aquel entonces, en Palestina Los perros no estaban domesticados y no vivían en las casas, sino que eran callejeros, vagabundos y ordinarios, que escarbaban en los basureros de la ciudad en busca de alimento y en general eran animales medio salvajes fieros y peligrosos, Y en cuanto a los cerdos para los judíos eran animales inmundos, que amaban el fango y representaban a todo lo impuro y excluido de la sociedad.

Por lo anterior un judío nunca, jamás pensaría en darle un alimento «santo», que tal vez fue ofrecido previamente en un sacrificio a los perros inmundos y ni siquiera soñaría con echarles perlas a los cerdos.

Ya que si les echaban perlas a los cerdos probablemente las confundirían con nueces o leguminosas, por lo que tratarían de comerlas y entonces -al encontrarlas incomibles- las pisotearían e incluso agredirían al que se las dio tratando de despedazarlo.

Calvino dijo: «que los perros y los cerdos no se refieren a los hombres disolutos, que no tienen temor de Dios ni devoción, sino más bien a aquellos que, tienen un absoluto desprecio hacia Dios, de modo que su enfermedad parece «ser incurable»,»

Crisóstomo identificó los «perros» con personas que viven en impiedad incurable.

En el siglo pasado el profesor Jeremías los definió como «aquellos que se han abandonado totalmente en las rutas del vicio’:

John Stott dijo los “perros» y los cerdos a los que se nos prohíbe compartir la perla del evangelio son aquellos que han tenido amplia oportunidad de oír y recibir las buenas nuevas del evangelio, pero que decididamente -y de manera agresiva y desafiante- las han rechazado.

Ahora bien, los cerdos son tontos y aquí representan a las personas que tontamente pisotean en el lodo la verdad el evangelio y así como los perros a veces son rabiosos. También hay gente que con rabia ataca las buenas nuevas del evangelio

En resumen, con estos dos términos nuestro Señor nos enseña que en cuanto a la reacción a la verdad de las personas hay que distinguir entre persona y persona. Y que hay diferentes tipos de personas y que, a algunos, por su forma de actuar se les puede comparar como ‘perros’ y a otros como ‘cerdos’.

Un ejemplo de ello es que hoy en día hay gente a la que cuando se les habla acerca de la sangre de Cristo, se ríen, hacen chistes, se burlan, la ofenden y la escupen.

3.- ¿CUÁL ES LA ADVERTENCIA QUE NOS HACE EL SEÑOR?

La advertencia es para no persistir más allá de cierto punto en ofrecer el evangelio a esta gente para no dar lugar a su rechazo con desprecio, contumacia y hasta blasfemia a fin de que no los pisoteen bajo sus pies. 

Y nos queda claro que, al predicar el evangelio, muchas veces, no podemos distinguir entre los hijos de Dios y los que se comportan como los cerdos, por lo que nuestro deber es presentar la doctrina de la salvación indistintamente a todos.

Y aunque muchos puedan, al principio, ser duros e inflexibles, el amor no nos permite que inmediatamente declaremos como perdidas y condenadas a estas personas.

Ahora bien, si las personas han tenido abundante oportunidad de oír la verdad, pero no responden a ella, si obstinadamente vuelven las espaldas a Cristo, si (en otras palabras) ellos mismos se colocan en el papel de «perros» y «cerdos», no debemos insistir con ellos, porque entonces abarataríamos el evangelio de Dios al dejar que ellos lo pisoteen.

 Y pregunto: ¿Puede haber algo más depravado que confundir la perla preciosa de Dios con una cosa que no es digna y realmente pisotearla en el lodo?

CONCLUYO

¿Cuál es la raíz de este problema?

La raíz es el pecado que hay en el hombre y que es lo que hace que el hombre odie a Dios TITO 3:3 dice que los pecadores rebeldes son, aborrecibles (llenos de odio) y aborreciéndonos unos a otro

Romanos 1:30 dice que son aborrecedores de Dios y Romanos 8:7 que no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;»

Además, existe en el hombre; un antagonismo hacia la verdad del evangelio. Como dice Romanos 8:7 los designios de la carne son enemistad contra Dios «.

El versículo que estamos analizando es una radiografía de un hombre pecador que rechaza absolutamente a Dios y su vida y forma de reaccionar a la verdad del evangelio nos muestra el terrible efecto devastador del pecado en su vida. Y su reacción a la verdad de Dios, es nada menos que un comportamiento parecido al de los perros y cerdos.

Juan Calvino dijo: Nuestro Señor Jesucristo enseñó a sus discípulos que los tesoros de la sabiduría celestial son principalmente para los hijos de Dios, y que hay que tener cuidado cuando se exponen a los que desprecian y profanan su palabra.

Y mencionó dos razones para que el Evangelio no quede a merced de los que además de que están perdidos desprecian el evangelio:

1.- Hay que evitar que los misterios de Dios sean profanados al exponerlos a las burlas de los hombres malvados. 

2.- Cristo animó a sus discípulos, para que no dejaran de comunicar las enseñanzas del evangelio de Dios, pero les advirtió que a veces iban a ser rechazados por algunos hombres malvados e impíos y que tuvieran cuidado para que este tesoro inestimable no se tenga en poca estima.

Termino repitiendo las palabras de este texto 6 No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.

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4 thoughts on “No deis lo santo a los perros – Mateo 7:6

  • Me gustó mucho.. Son estudios que realmente sacan de muchas dudas..

  • Excelente estudio de este texto… Me gustó la esplicacion, qué da… Bendiciones 🕊️🕊️🕊️🔥🔥🔥🙏🙏🙏👍👍👍👏👏…

  • Que bendicion encontrar respuesta a una inquietud, el Señor les de mas sabiduria, gracias por compartir.

  • Excelente, resumen. Gracias. Cuanto se debe insistir en hablar del amor de Dios a compañeros que siempre se burlan del evangelio.

Comentarios cerrados.