Israel bajo la gracia – Éxodo 13:17-22

Estudio sobre el libro de Éxodo por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Lectura Éxodo 13:17-22

Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto.
Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.
Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros.
Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto.
Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.
Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.

Jehová ha sacado a su pueblo de Egipto como lo prometió y lo ha hecho sin derramar sangre pues todos están bajo su gracia, mas aún los que se integraron por fe al pueblo escogido, pues por fe han sido redimidos y salvadas sus vidas ya que en Egipto estaban sentenciados a muerte. No tan solo salieron en paz, sino que el pueblo opresor deseaba su salida ya que veían el poder de Dios al frente del pueblo de Israel, desde Faraón hasta el último de sus siervos, prueba de ello es la entrega de joyas y ropa que los egipcios dan a los oprimidos, tal como Dios lo estimó y declaró.

El pueblo de Dios ha despojado a los egipcios de las riquezas que lograron acumular por la explotación de los israelitas.
Dios no improvisa pues también tiene contemplado el que su pueblo no se enfrente a los filisteos y se desanimen en una guerra para la cual no están preparados y quieran regresar a Egipto a su condición de esclavos, es por esto que guía su camino por medio de una columna de nube la cual les proporciona frescura por su sombra en el desierto y de noche irá delante de ellos una columna de fuego que iluminará y confortará su camino en el desierto para que puedan avanzar tanto de día como de noche según los vaya guiando el Señor.

Una ves más Dios vuelve a revelarse en el fuego, tal como lo hizo a Abraham en una antorcha encendida y a Moisés en la zarza encendida, esto nos demuestra que Dios nunca se separó de ellos, así como no se separa de nosotros jamás.
Moisés es firme en su fe y lo podemos ver en que se lleva los restos de José, tal como lo pidió, ya que dijo:

«Dios ciertamente os visitara, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros».
Ex 13: 19

El Señor no los lleva directos a Canaán, la tierra prometida, pues es necesario que su pueblo entre en una relación de Pacto con el Supremo y que dejen atrás la dependencia con Egipto, a su vez que necesitan consolidarse como la nación que ahora son y aprender a depender y confiar plenamente en su Dios sin tener ningún otro objeto dónde depositar su seguridad, pues paso a paso les demostrará que van en el hueco de su mano, el Señor dijo a Moisés que se glorificaría a si mismo a través del Faraón y es por esto que Dios permitió el endurecimiento de su corazón, a fin de cuentas con todo el poder terrenal que tenía no pudo con el poder de Dios y su pueblo ha salido de Egipto pues la gracia de Dios esta sobre todo el pueblo de Israel, su nación, el Pueblo de Dios al cual hoy pertenece la IGLESIA DE CRISTO.

No olvidemos que el pueblo no tenía plena certeza de cuál sería la tierra prometida sin embargo avanza confiado el Dios, a veces nosotros tampoco sabemos plenamente el rumbo de nuestras vidas pero pongamos los ojos en la «Nube» que guía nuestro camino y la «Columna de fuego» que nos guarda.

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