Reflexiones sobre la carta a los Efesios – En quien tenemos redención por su sangre – Efesios 1:7
Serie sobre la carta a los Efesios por el A.I. Marcos Mercado Estrada
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Buenos días, doy gracias a Dios porque el día de hoy nos permite continuar con la séptima de una serie de meditaciones sobre el contenido del gran libro de los Efesios y los invito para que pongamos nuestra atención en el versículo 7 del capítulo 1 de Efesios que dice
7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia
Pero vayamos ahora a las primeras 7 palabras de este texto
7 en quien tenemos redención por su sangre,
La palabra Redención, significa que se logra una liberación como resultado del pago de un rescate.
¿Por qué necesitábamos una liberación?
¿Por qué es tan importante la redención?
Porque el hombre es un pecador corrompido, un pecador perdido y no puede hacer otra cosa que pecar. Es un esclavo del pecado y como todos somos pecadores todos éramos esclavos del pecado, y estábamos irremisiblemente perdidos y destinados a la condenación.
Y solamente Jesús podía liberarnos, y darnos libertad, y por ello estuvo dispuesto a pagar el precio de nuestra redención.
Y no existía ninguna otra forma posible para salvar al pecador sino pagando por su rescate
Ya que la justicia de Dios que debía castigar el pecado tenía que ser satisfecha y el acto realizado por Cristo fue necesario, objetivo, voluntario, expiatorio, vicario, y eficaz y fue un acto, mediante el cual él se ofreció a sí mismo para llevar nuestros pecados en la cruz del Monte Calvario. Por eso
Isaías 53:5 dice:
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados “
Miren ustedes, la redención que Cristo hizo por nosotros es algo maravillosos e implica dos cosas:1. una. emancipación o liberación de la maldición, es decir, de la culpa, del castigo, y del poder del pecado (Jn. 8:34; Ro. 7:14; 1 Co. 7:23; Gá. 3:13), y 2.-Implica una. restauración para tener una verdadera libertad (Jn. 8:36; Gá. 5:1).
Y hay que subrayar que esta redención se logró por medio de la sangre de Cristo y el dio su vida en favor de todos los redimidos.
Es decir, Cristo se constituyó a sí mismo como una ofrenda por el pecado (Is. 53:10; 2 Co. 5:21); y sufrió el castigo por causa del pecado; y lo hizo ocupando vicariamente, el lugar de todos nosotros merecíamos porque éramos “hijos de ira” (Ef. 2:3).
Miren ustedes, ciertamente nuestro Señor Jesucristo hizo obras maravillosas y sorprendentes como, calmar las enfurecidas olas del mar, echó fuera demonios, limpió leprosos, abrió los ojos de los ciegos, hizo oír a los sordos, alimentó a multitudes, sanó enfermos, y aun resucitó muertos, sin embargo, el objetivo fundamental de su venida fue buscar y salvar a los perdidos, y lo hizo dándose a sí mismo en rescate por muchos (Is. 53:12; Mt. 20:28; Mr. 10:45; Lc. 19:10; 1 Ti. 1:15).
Y la muerte de Cristo en la cruz fue la única forma en que podía realizarse la expiación. (Lv. 17:11; Heb. 9:22). Y la sangre de Cristo, como la de un cordero sin mancha y sin culpa es y fue el único medio por medio del cual podría llevarse a cabo la redención
Por eso este versículo dice “En quien tenemos redención por su sangre
Miren ustedes, estos primeros versículos del libro de los Efesios, hablan de una manera asombrosa del tiempo,
- Nos hablan de la eternidad cuando la Santísima Trinidad determinó en su Consejo eterno el plan de Redención del hombre.
- Nos hablan del pasado, cuando antes de la fundación del mundo nos eligió y nos predestinó, para ser adoptados como sus hijos y nos hizo aceptos en el Amado, y
- Nos hablan de la historia finita del ser humano cuando Dios hizo realidad el plan para nuestra salvación cuando:
Mediante un hecho histórico contundente, irrumpió en la historia humana al enviar a Jesús a nacer en Belén de Judea hace más de 2000 años, y Jesús después de 33 años, murió en la cruz; fue sepultado; resucitó y ascendió a los cielos y así nos redimió con su sangre, como dice.
1 Pedro 1:18-19 dice: “18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,”
Por eso en Apocalipsis 5:9 dice que: los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos con sus mentes y corazones fijos en la infinita grandeza de su sacrificio exclaman por siempre,
“Digno eres … porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;” y en
Y en Apocalipsis 5:12 encontramos que los millones de millones, y millares de millares de ángeles se unen a ellos al indescriptiblemente jubiloso coro alzando sus voces en exuberante adoración, exclamando,
Apocalipsis 5:12
12 El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.!”
La segunda frase de este versículo bíblico dice:
el perdón de pecados
Hebreos 9:22, «Sin el derramamiento de sangre no hay remisión de pecados«.
El perdón depende del derramamiento de la sangre ya que requiere y depende del pago del castigo por los pecados.
La muerte de Cristo y el derramamiento de Su sangre constituyen el fundamento para el perdón, ya que Dios puede perdonarnos nuestros pecados porque Cristo ya recibió el castigo que merecíamos por nuestros pecados, y ésa es la única forma en que podemos obtener el perdón por nuestros pecados.
El perdón divino está basado en el hecho de que ha habido castigo y que el precio ha sido pagado.
¿cuándo se dio el castigo? Cuando Cristo murió y derramó su sangre hace más 2.000 años.
Nuestro Señor Jesús mismo lo dijo en Mateo 26:28: “Esta es mi sangre de la alianza, que por muchos es derramada para remisión de los pecados”.
Estos dos hechos maravillosos van juntos;
- La. redención por medio de su sangre y
- El perdón de pecados.
Ya que la redención no estaría completa si no hubiera el perdón
La Biblia nos habla claramente del perdón en:
Is. 44:22 “Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; ¡vuélvete a mí, porque yo te redimí!”
Jer. 31:34 “… porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.”
Miqueas 7:19 “sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”, y
1 Juan. 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados, y limpiarnos de toda iniquidad”.
Agustín de Hipona lo expresó concisamente al decir: «Cristo compró a la iglesia impura para poder hacerla inmaculada». Cristo la compró con Su propia sangre y pagó el castigo por nuestro pecado.
Y las últimas 6 palabras de este texto bíblico dicen:
según las riquezas de su gracia
Las dos cosas maravillosas que ya mencioné que son La Redención a través de la sangre de Cristo, que incluye “el perdón de los pecados” aquí dice que han sido dadas “Según las riquezas de su gracia.
Y fíjense bien que no dice «de» las riquezas de su gracia, sino «según» las riquezas de su gracia.
Lo que implica que Dios es rico y tiene muchas riquezas de gracia, Y tiene lo suficiente como para darnos a todos y Él está dispuesto a darnos de acuerdo con sus riquezas.
Por ello es que Dios puede salvarnos y guardarnos y todo debido a las riquezas de su gracia.
CONCLUYO
Siendo Dios justo y santo ahora puede perdonarnos en base a que el castigo ya fue ejecutado. Cuando Cristo murió en la cruz del monte Calvario y derramó su sangre hace más de 2.000 años.
Por eso Jesús mismo dijo en Mateo 26:28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.
Termino repitiendo este hermosísimo versículo que dice
7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia