Iglesia y Misión

La tarea de la iglesia es ser iglesia; nada más. Para eso tenemos que saber qué cosa es la iglesia, La iglesia es una comunidad de los redimidos, que se reúne para alimentarse con la Palabra de Dios y capacitarse para salir y llevar a cabo el propósito de Dios para la iglesia. La iglesia existe para cumplir con su propósito. Esta es la naturaleza de la iglesia.

Este propósito fue pronunciado primeramente por Dios a Abraham. El propósito del pueblo era que todas las naciones fueran benditas en él. “Haré de ti una nación grande… y serás bendición… y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Génesis 12:2,3). La naturaleza de la iglesia siempre tiene que expresarse en términos de este propósito.

Debemos preocuparnos mucho por nuestra iglesia y orar por ella, pero siempre con el fin de que sea capaz de cumplir con su propósito. Queremos una iglesia con muchos recursos humanos y económicos, fuerte en espíritu, actividad y membresía, pero esto no es para ella misma, sino para que pueda hacer lo que la iglesia debe hacer.

Para ser una iglesia fuerte, para cumplir con nuestros quehaceres, tenemos que ser una iglesia fuerte en la Palabra. Una iglesia que tiene una fuerza espiritual, y por eso un afán misionero, una iglesia cuyos miembros estén asiduos en la asistencia en los cultos y en los estudios bíblicos. La espiritualidad de estos miembros no se ve solamente en la asistencia a la exposición y enseñanza de la Palabra, sino también en su disposición para diezmar, ofrendar y participar en todos los aspectos de la vida de la iglesia.

Si hemos escuchado el evangelio, y si lo hemos creído, entonces tenemos fe, somos salvos y estamos unidos por esa fe con Jesús. Esto quiere decir que somos iglesia, pues cada creyente, cada persona nacida de nuevo, es miembro del cuerpo de Cristo, y por esos de la iglesia, pues la iglesia es el cuerpo de Cristo.

La forma en que se expresa esta verdad en el Nuevo Testamento es por afirmar que somos ciudadanos del Reino de Cristo. Nuestro deber principal es promover el Reino de Cristo. Por eso tenemos la nueva vida. Toda nuestra actividad gira al derredor de este deber. Aunque son múltiples las formas en que debemos promover el Reino de Cristo, la forma principal es por medio de la evangelización, o sea, la obra misionera. Si queremos promover el Reino de Cristo lo tenemos  que hacer también en la educación, en la vida cívica, en nuestra profesión u oficio pero las misiones están en primer lugar; la evangelización es básica.

Precisamente por ello, tenemos que poner mucha atención a la iglesia. Tenemos que esforzarnos para el bien de la iglesia, para fortalecer la iglesia. La iglesia es el agente número uno para la evangelización. El valor de la iglesia es, entonces, fundamental. Dios cuida la iglesia porque es su instrumento principal para extender el Reino de Cristo, llevando a cabo la evangelización por medio de ella. Y si Dios cuida a la iglesia, debemos hacerlo nosotros también. Una parte importante de nuestra obra evangelista y misionera es hacer fuerte nuestra iglesia, a afín de que pueda cumplir con su tarea.

Iglesia Nacional Presbiteriana Berith. Boletín Buen Óleo domingo 21 de noviembre 2022

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