Un mejor futuro

Meditación bíblica sobre el Jeremías 29:11 y otros pasajes por el Diác. Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Hemos estado hablando de como iniciar un año más, hablamos de la importancia de hacerlo con una oración de gratitud y cómo esta oración de gratitud por los méritos de Cristo puede llegar a la presencia de Dios el Padre cambiándolo todo. De la necesidad de ser transformados por medio del conocimiento de la palabra de Dios llevándonos a ser nuevas criaturas en Cristo, dejando atrás al viejo hombre, ahora somos un fiel reflejo de Nuestro Señor Jesucristo, viendo así un mejor futuro.

Jeremías 29:11 dice “Yo sé los planes que tengo para ti, planes para lo bueno y no para lo malo, para darte un futuro y una esperanza”.

Así en éste nuevo comienzo de año, mucho de lo que hemos vivido en nuestro pasado seguramente no todo ha sido malo y afortunadamente hoy tenemos la oportunidad de iniciar nuevamente viendo hacia el futuro; así que debemos estar muy atentos en aquello que Dios quiere hacer en nosotros en este nuevo año.

El plan principal de Dios para con nosotros es que le conozcamos y que seamos hacedores de su Palabra y no solamente oidores (Santiago 1:22), confinado que su voluntad es buena, agradable y perfecta Rom 12:2. Dios, siempre está buscando sorprendernos, Él quiere hacer que sus planes se cumplan en nuestras vidas. Incluso, Él tiene el poder, si es su voluntad, de usar nuestras malas decisiones dejándonos una enseñanza y aprendizaje. No debemos olvidar que Dios siempre excede nuestras expectativas, Él va más allá de lo que podemos ver. Recuerda que el enemigo siempre está buscando como recordarte y llevarte nuevamente a tu pasado haciéndote preso de este, de tal manera que te olvides de las promesas, de los planes y del futuro que Dios tiene para ti.

Si deseamos ver que los planes de Dios se cumplan es indispensable mantenernos firmes en la confianza, en la esperanza y en la voluntad de Dios, quizá en algún momento pudiera ser difícil o complicado, pero vale la pena mantenernos firmes pues a su tiempo Dios nos mostrará y nos dará un mejor futuro.

Prepárate y espera lo mejor, ¡Dios está dispuesto a hacerlo!

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