Sociedad Femenil Lidia – 28 de junio, 2023

PROGRAMA
SOCIEDAD FEMENIL LIDIA
28 de junio, 2023

BIENVENIDA

1. Bienvenida
2. Preludio (Misael Gil Sandoval)
3. Salmo 113: 1-9
4. Oración de Invocación
5. Himno # 89 “Tal como soy de pecador”
6. Lucas 19:1-10
7. Tema: «Zaqueo es perdonado» – A.I. Fernando Acevedo
8. Himno #96 «Límpiame Señor»
9. Ofrenda | Elsa Martínez de Acevedo
10. Oración de intercesión y gratitud
11. Saludos y avisos: Ángeles Martínez de Arce
12. Versículo lema: Salmo 51:10-11

Zaqueo es perdonado

Lucas 19.1 -10

El día de hoy, trataremos de encontrar los cinco pasos que deben de cumplirse cuando existe un perdón real. Para esto, analizaremos el pasaje de Lucas que fue leído.

El nombre de Zaqueo no era un nombre hebreo y su significado era «puro».

Debido a su nombre, era un niño que no podía ensuciarse con tierra ni lodo, y menos ensuciar sus manos y su cara.

Cuando él creció, ya no hizo mucho honor a su nombre, y aunque sus compañeros judíos esperaban que el fuera honesto, se convirtió en un cobrador de impuesto al servicio de Roma, y, por tanto, el gobierno romano le permitía quedarse con parte del dinero cobrado; esto provocó que fuera odiado por su pueblo. Con el tiempo, se convirtió en el jefe de los publicanos, permitiéndole convertirse en un hombre muy rico y así, comprar una lujosa casa en la parte romana. Él no sólo cobraba impuestos a los de su localidad, sino que también, a todos los que llegaban de otras provincias, como Judea, Samaria y Galilea.

Jericó, que era un pueblo de mucho comercio; era un pequeño edén. Además de sus palmeras y rosales, Herodes el grande junto con su hijo Arquelao, lo habían convertido en un lugar aún más hermoso, además, era famoso por su ungüento derivado del bálsamo; y por consecuencia, esto le permitió a Zaqueo tener una fuente de abundante dinero.

 vv 1-4. En cierta ocasión, cuando Jesús iba a Jerusalén, quiso pasar por Jericó. Zaqueo, que ya había oído hablar de Él, y seguramente estaba enterado de la reciente resurrección de Lázaro, deseó verlo para conocerlo. Entonces, fue a la calle por donde Jesús iba a pasar, pero por su baja estatura, sabía que por causa de la multitud le sería imposible lograr llegar a Él. En Jericó había muchos árboles por las calles por donde pasaba la gente, por lo que sin dudarlo y en su desesperación por ver a Jesús, corrió más adelante yse subió a un sicómoro -un sicómoro es árbol macizo de ramas anchas y bajas-, acomodándose en una de las ramas, y desde ahí vería sin problemas a Jesús en su paso,

v.5 – 7 Cuando Jesús pasó por debajo del árbol, en lugar de seguir adelante, y para sorpresa de Zaqueo, Jesús se detuvo para mirar arriba y

llamándolo por su nombre le dijo que bajara de ahí, porque esa noche iba a posar en su casa ¿Cómo que Jesús sabría Su nombre, alguien podría haberle hablado de él y tal vez lo que hacía? Sin embargo, Jesús no lo reprendió por robar dinero a los demás, ni tampoco lo regano por su mala conducta social, ni lo culpo por ser un pecador, ni le reprochó por el hecho de que había sido expulsado de la sinagoga. El Señor sólo le dijo, baja del árbol porque hoy me hospedo en tu casa, descendiendo del árbol gozoso, recibe a Jesús en su casa.

Es importante notar dos cosas, a) esta es la única ocasión en que el mismo Jesús, toma la iniciativa invitándose a la casa de una persona, y b) esto coincide con su propósito de buscar a los pecadores para rescatarlos y darles la salvación.

Por supuesto que esta decisión de Jesús no agradó a la gente debido a que Zaqueo era odiado por todo el pueblo y por la élite religiosa, ya que servía a Roma como cobrador de impuestos, y por medio de los cuales se había enriquecido; debido esto, era considerado un traidor. Jesús fue criticado por los que le seguían, ellos no entendían el por qué Jesús, que se decía que el Padre lo había enviado, se mezclaba con los pecadores. En Lucas 15:1 y 2 dice: Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle, y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores recibe, y con ellos come. En su ciego orgullo, la gente no podría entender el por qué Jesús quería juntarse con un pecador como él.

Zaqueo, sin dudarlo bajó del árbol lleno de gozo para recibirlo a Él y sus discípulos en su casa. Ahora encontramos a Jesús en casa de Zaqueo. Que seguramente había preparado un banquete para recibirlos y brindarles todas las comodidades a sus invitados.

En el v.8 dice: Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.

Aquí vemos a un Zaqueo convertido por las palabras de Jesús, por este motivo, lleno de gozo por el hecho de haber encontrado el mayor tesoro que jamás hombre alguno puede imaginar, de manera voluntaria tomó la decisión de repartir la mitad de sus bienes para ayudar a los pobres como respuesta a la gracia recibida. Este hombre que siempre había sido culpado de tomar demasiado dinero cuando cobraba los impuestos, ahora en presencia de los que estaban en su casa, prometedevolver todo lo que injustamente había tomado de ellos. En Lev 6:1 – 5, vemos que la ley establece que cuando una persona toma ilícitamente algo que le pertenece a otra persona, éste debe restituir lo robado más una quinta parte. Por tanto, Zaqueo debía devolver lo que robó, más una quinta parte. Sin embargo, estaba tan profundamente impresionado, que fue más allá de la quinta parte; el prometió devolver el cuádruple a cada uno de los que había defraudado.

En el v.9 dice: Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Jesús que había buscado y encontrado a Zaqueo, en unos cuantos días más, como el Buen Pastor que es, estaría dando su vida para que sus ovejas tuvieran vida, inclusive la de Zaqueo y la nuestra,

En el versículo IO, Jesús añade: Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo se había perdido. En el capítulo anterior, en los versos 18 al 24, se narra el caso de un joven rico, quién acercándose a Jesús le pregunta qué debía hacer para heredar la vida eterna. La respuesta de Jesús fue que vendiera todo lo que tenía y lo repartiera a los pobres. Como respuesta, el joven se alejó triste porque era mucho lo que poseía. Entonces Jesús, mirándolo dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el mino de Dios los que tienen riquezas!

Sin embargo, con el perdón de Zaqueo, Jesús demuestra que nada hay imposible para Dios, ya que también a aquellos que poseen mucho, los puede rescatar de su riqueza.

Zaqueo era un hijo de Abraham, una oveja perdida que era preciso rescatar.

A partir de ese momento, Zaqueo sabía que el dinero ya no sería su señor, ya que, por causa de él había perdido de vista lo que verdaderamente era valioso. Ahora el dinero que había tomado ilegalmente, le quemaba las manos y deseaba devolverlo a aquellos que les pertenecían.

Cuando Dios sana a una persona, también le da la salvación, ambas cosas van de la mano. Cuando Dios salva, restaura completamente a la persona, reconciliando al pecador consigo mismo, y por supuesto, con Dios.

La salvación es un don que Dios da al pecador, y lo convierte en hijo de Dios y en un siervo útil.

Arrepentimiento: Cuando Zaqueo sacudido por las palabras de Jesús,

Remisión: cuando Jesús sabiendo que Zaqueo estaba arrepentido olvida todos sus pecados.

Restitución: cuando decide devolver todo lo tomado y ofrece la mitad de sus bienes para ayudar a los pobres. Restauración y reconciliación: Jesús anuncia que la salvación había entrado a la casa de Zaqueo

Acceso a Reunión Virtual Zoom de hoy (5:30 pm – Ciudad de México):

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