
Una fe que funciona – Parte 1 – Santiago 2:14-26
Meditación bíblica sobre Santiago 2:14-26 por el A.I. Saulo Murguía A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
En el pasaje de hoy, Santiago quiere nos dice cómo desarrollar una fe que realmente funcione.
Dice que nuestras acciones deben ser congruentes con nuestra fe.
Teniendo esto en cuenta, leamos Santiago 2:14-26:
Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
Introducción
Cuantan que un día, Abraham Lincoln estaba tratando de ayudar a un hombre a ver que se estaba engañando a sí mismo, así que le preguntó: «¿Cuántas patas tiene una vaca?»
La respuesta un tanto molesta fue: «Cuatro, por supuesto».
Lincoln luego dijo: “Así es. Ahora, supongamos que llamaras pata a la cola de la vaca, ¿cuántas patas tendría entonces la vaca?
El hombre respondió: «Pues cinco, por supuesto».
Lincoln luego dijo: “Ahí es donde te equivocas, amigo mío. ¡Porque simplemente llamar pata a la cola de una vaca no la convierte en pata!
¿Se dan cuenta? Lo que Lincoln intentaba señalar era que no basta con creer algo sinceramente o incluso decir que algo es verdad.
Eso no necesariamente lo hace cierto.
¡Llamar pata a la cola de una vaca no la convierte en pata!
Es lo mismo que Santiago señala en Santiago 2:14-26.
Está diciendo que no basta con creer sinceramente y decir que eres cristiano.
Eso no necesariamente lo hace cierto.
¡Decir que tienes fe genuina no significa que realmente la tengas!
Esto, posiblemente incomodará a muchos, pero es extremadamente importante de entenderlo.
Estamos hablando aquí de la diferencia entre tener vida eterna o muerte eterna.
La idea fundamental de la epístola de Santiago es que la fe genuina siempre conducirá a una vida cambiada.
Y que la naturaleza de la verdadera fe en Cristo consta de tres elementos principales:
- Conocimiento: conocer ciertos hechos acerca de Cristo,
- Asentimiento: creer que esos hechos son realmente ciertos y
- Confianza: confiar únicamente en Cristo como Salvador y someterse a él como Señor de su vida.
Hemos dicho en anteriores ocasiones, que la verdadera fe nunca es un mero acto momentáneo que de alguna manera produce tu “posición correcta delante de Dios”, y a partir de ese momento sigue latente durante toda tu vida.
Pero, si la fe es verdaderamente genuina, producirá una transformación continua en tu vida.
En otras palabras, si eres un verdadero cristiano, no simplemente tomarás una decisión o harás una oración para recibir a Cristo y luego continuarás viviendo tu vida como siempre lo has hecho. Sino que llegarás a ser un verdadero seguidor de Cristo.
Cuando Jesús te llama, no se trata de una llamado para que simplemente tomes una decisión o hagas una oración, sino que siempre es un llamado a seguirlo en total obediencia.
Esto no significa que ya dejaras totalmente de pecar, o que seguirlo o hacer buenas obras, te van a dar lo méritos necesarios para ser salvo.
La Biblia enseña claramente que somos salvos únicamente por la gracia de Dios mediante la fe únicamente en Cristo.
Pero Santiago, aquí nos dice que si tu fe no se manifiesta en una vida cambiada, es muy posible que su fe no sea genuina.
Como identificar una fe genuina
En el pasaje que leimos, Santiago nos dice que hay dos señales prácicas que nos ayudan a determinar la autenticidad de nuestra fe.
- La fe genuina siempre se manifestará en el amor, y
- La fe genuina es obediente a Dios incluso ante el miedo.
Empecemos por la primera,
I. La fe genuina siempre se manifestará en el amor.
En el versículo 15, Santiago escribe: “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día”.
Aquí, Santiago se refiere a una persona necesitada que es cristiana, porque llama a esta persona “un hermano o una hermana”.
Y este cristiano tiene una necesidad muy genuina; está sin ropa ni comida. No es un mero deseo o codicia, sino una necesidad real.
Y de pronto, otro que profesa ser cristiano se da cuenta de la necesidad de esta persona.
Y la respuesta a esta necesidad por parte de esa persona que dice ser cristiana resulta ser lo que dice en el versículo 16:
“«Adiós, que tengas un buen día; abrígate mucho y aliméntate bien», pero no le da ni alimento ni ropa. ¿Para qué le sirve?”
Es posible que algunos de ustedes puedan identificarse con una situación de este tipo. Quizás no hayas tenido que quedarte sin ropa ni comida. Pero seguramente sí sabes lo que es tener un problema grave.
Puede ser con su salud, sus finanzas, algun problema familiar o el rompimiento de una relación.
Y al compartir tu situación con otros, la respuesta que necesitabas simplemente no llegó.
Te dijeron: “Oraré por tí”, o «No te preocupes, todo estará bien», o “¿dónde está tu fe?” o, “Simplemente confía en Dios. Él va a satisfacer tus necesidades”.
Ahora veamos una situación inversa: ¿cuantas veces has respondido de esa manera cuando hay alguien que tenia una necesidad real esperaba una verdadera respuesta de amor?
La fe genuina se muestra en actos reales de amor genuino.
La fe auténtica no racionaliza ni espiritualiza cuando se enfrenta a una necesidad legítima.
¡La fe verdadera actúa! Nunca intenta dirigir a las personas hacia Dios para satisfacer una necesidad que saben que Dios ya les ha equipado para satisfacer.
Si conoces a alguien que realmente tiene una necesidad, entonces el amor genuino simplemente no permitirá permanecer al margen.
La fe genuina siempre se manifestará en el amor.
El próximo martes hablaremos sobre el 2 punto:
II. La fe genuina es obediente a Dios incluso ante el miedo