El amor del Padre – 1 Juan 3:1

Vamos a meditar en esta hermosa mañana en primera de Juan capítulo 3 verso 1, dice la siguiente manera:

«Mirad cuál amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios Por esto el mundo no nos conoce porque no le conoció a él.»

Esta carta fue escrita por el apóstol Juan en el siglo primero, en un momento en que la Iglesia primitiva estaba experimentando persecución, y no solamente persecución, sino también oposición.

Juan escribió esta carta para animar para motivar a los creyentes a permanecer en su fe en el Señor Jesucristo.

Juan nos muestra que el amor de nuestro Padre Celestial es tan grande, que nos ha dado el privilegio, la bendición de ser llamados hijos de Dios, y esto es algo maravilloso. Esto es algo increíble y admirable, ya que somos seres humanos imperfectos y pecadores.

La Biblia enseña que a través de la fe en Jesucristo podemos ser adoptados como hijos de Dios. Así nos dice Romanos capítulo 8 los versos 15 al 16.

Esto significa que tenemos una nueva identidad y un nuevo estatus delante de Dios Juan también nos dice que el mundo no nos conoce porque no conocen a Dios, esto significa que aquellos que no conocen a Dios no pueden entender nuestra fe en nuestra relación con nuestro Señor Jesucristo. Dice

«Mirad cuál amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios.»

Yo les pregunto pues en esta mañana:

¿qué significa ser hijo de Dios?

significa que tenemos una relación personal con Él basada en la fe en Jesucristo. Somos amados, aceptados por Dios; a pesar de nuestras imperfecciones tenemos acceso a la presencia de Dios y podemos comunicarnos con Él a través de la oración. Somos llamados a vivir de acuerdo con la voluntad de Dios y reflejar su carácter en nuestras vidas.

La meditación de primera de Juan capítulo 31, nos lleva a reflexionar sobre el amor increíble de nuestro Padre Celestial hacia nosotros; a agradecer por el privilegio de ser llamados hijos de Dios; vivir de acuerdo con nuestra identidad como hijos de Dios reflejando su carácter y amor en nuestras vidas.

No nos avergonzarnos de nuestra fe a pesar de la oposición o el rechazo del mundo.

Por eso el apóstol Juan nos dice

«Mirad cuál amor nos ha dado el Padre para que seamos llamados hijos de Dios Por esto el mundo no nos conoce por porque no le conoció a él.»

Comparte con tus amigos