
Clama a mí y yo te responderé – Jeremías 33:3
Meditación bíblica sobre Jeremías 33:03 por el Pbro. Pedro Arcos Sánchez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
En esta mañana vamos a meditar el libro de Jeremías capítulo 33 el verso 3. Voy a dar lectura. Dice de la siguiente manera.
Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes ocultas que tú no conoces.
El libro de Jeremías es un libro profético que se centra en la vida y el ministerio del profeta Jeremías quien vivió en el siglo 7 a.C. en el reino de Judá. Y en ese momento Judá estaba bajo la amenaza de los babilonios y Jeremías fue llamado por Dios para profetizar sobre la destrucción de Jerusalén y la deportación de su pueblo.
El capítulo 33 de Jeremías es parte de una sección del libro que se conoce como la Carta de Consuelo que se dirige a los judíos que estaban en exilio en Babilonia. Y en este capítulo Jeremías profetiza sobre la restauración de Israel y la venida del Mesías. Dice “clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes ocultas que tú no lo conoces.”
En este verso Dios está hablando a través del profeta Jeremías. Está ofreciendo una promesa a su pueblo. La promesa es que si claman a él, él le responderá y les enseñará cosas grandes ocultas que no conocen.
Dice clama a mí. Esta palabra clama a mí Dios está invitando a su pueblo a que se acerque a él y le pide ayuda. El clamor es una expresión de necesidad y dependencia.
Él le dice y yo te responderé. Dios promete responder a las oraciones de su pueblo y esto muestra que él es un Dios que escucha y responde a las necesidades de sus hijos. Y te enseñaré cosas grandes ocultas que tú no conoces.
Dios promete enseñar a su pueblo cosas que no saben y esto muestra que él es un Dios que quiere revelar su verdad y su sabiduría a sus hijos. En este verso nos muestra que Dios es un Dios que escucha y responde a las oraciones de su pueblo. También nos muestra que él es un Dios que quiere revelar su voluntad, su verdad y su sabiduría a sus hijos.
La clava para experimentar esto es solamente clamar a él y depender de él. Dios les bendiga, mis queridos hermanos y amigos. Hasta pronto.