PABLO Y SILAS EN BEREA – Hechos 17:10-15
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La semana pasada hablamos cómo Pablo les declaraba a los habitantes de Tesalónica acerca de Jesús de Nazaret el Mesías y toda su obra redentora, por lo que muchos al oír esta palabra creyeron, algo que llenó de envidia a judíos incrédulos, provocando un gran alboroto, por lo que Pablo y Silas fueron obligados a dejar Tesalónica. Ahora seguiremos adelante con la meditación del día de hoy.
Pablo y Silas en Berea
Daré lectura a Hechos diecisiete del diez al quince, dice así la palabra de nuestro Dios:
Inmediatamente los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea y ellos habiendo llegado entraron en la sinagoga de los judíos y estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las escrituras para ver si estas cosas eran así, así que creyeron muchos de ellos y mujeres griegas de distinción y no pocos hombres, cuando los judíos de Tesalónica supieron que en Berea era anunciada la palabra de Dios por Pablo, fueron allá y también alborotaron a las multitudes, pero inmediatamente los hermanos enviaron a Pablo que fuese hacia el mar, Silas y Timoteo se quedaron allí y los que se habían encargado de conducir a Pablo le llevaron a Atenas y habiendo recibido orden para Silas y Timoteo de que viniesen a él lo más pronto que pudiesen salieron.
Después del alboroto en Tesalónica, los hermanos enviaron a Pablo y a Silas a Berea, aprovechando la oscuridad, evitando ser vistos y que se provocara otra revuelta. Así después de esto llegaron a Berea, donde la situación en la sinagoga fue muy diferente, dice ahí que recibieron la palabra con toda solicitud y que eran hombres de nobles sentimientos, ellos estaban profundamente interesados en estudiar las escrituras, a diferencia de Tesalónica, donde Pablo discutía, explicaba y les demostraba lo que decía la escritura, mientras que en Berea ellos estaban ávidos de escuchar y estudiar diariamente las escrituras y determinar si lo que Pablo decía era verdad o no. Una de las características de la palabra de Dios es que puede ser examinada y comprobar que su palabra es verdad.
Así entonces los de Berea examinaban las escrituras, corroborando lo que el apóstol Pablo decía. Este pasaje es sumamente importante y digno de ser imitado por toda iglesia que se precie de ser cristiana. Estos hermanos de Berea hicieron lo correcto, escucharon el mensaje y yendo más allá del mensajero ellos examinaron el mensaje y pudieron corroborar que lo que Pablo decía y enseñaba verdaderamente es palabra de Dios.
Primera de Tesalonicenses 5 21 dice, examinadlo todo y retened lo bueno. Y así lo hicieron los hermanos de Berea, examinando y reteniendo el mensaje de la palabra de Dios, algo que llenó de gozo a Pablo.
