
La Protección
Buen día a cada uno de ustedes hermanos y amigos voy a compartirles una parte de la Palabra de Dios. Salmo 32:6-7
Salmo 32:6-7
Para poder entender…
el texto del versículo 6,7 es importante conocer el contexto para ubicarnos de que está hablando este salmo.
El Salmo 32 “Es un Salmo de expiación, pero también es un cántico de un alma redimida y el salmista se regocija en las maravillas de la gracia de Dios.”
Escuché en una predicación de un Pastor que decía que este Salmo era el favorito de San Agustín. “Agustín mandó inscribirlo en la pared junto a su cama antes de que muriera para que pudiera meditarlo mejor.”
En los versículos 1-2 habla de la gran bendición de ser perdonado.
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada: El salmista nos habla de la gran bendición que hay para el hombre o la mujer que sabe del perdón de Dios. Dice la Biblia que nuestro pecado ya no está expuesto; está cubierto, esta perdonado.
En este versículo 3-4 nos habla cuando el pecado no confesado nos conduce a la angustia.
“Mientras callé, se envejecieron mis huesos”: El salmista, ahora ya perdonado, estaba recordando su estado espiritual y mental cuando mantuvo su pecado escondido y mientras callaba en lugar de confesarlo y arrepentirse. Su angustia, su ansiedad sabía que llevaba una vida doble y del pecado sin confesado, el salmista se sintió viejo, oprimido, seco y desvaneciéndose
En este versículo 5, nos habla El salmista de la confesión y el perdón.
“Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad”: El primer problema de David era el pecado que había cometido – en este contexto, probablemente la inmoralidad con Betsabé y el asesinato de su esposo para cubrir la inmoralidad. El segundo problema de David era la doble vida que vivió para esconder esos pecados. La única solución para terminar su angustia era confesar su pecado, nuestro Dios en su gracia le perdono.
(6-7) “Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser
hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás”.
Cuando el salmista se dio cuenta que Dios es tan grande en sus misericordias para perdonar, ese fue la razón que el salmista buscara a Dios mientras hay oportunidad.
El salmista sabía lo que era estar abrumado y atorado en la culpa y miseria de pecado – y que solamente Dios pudiera liberarle en la crisis y otras cosas.
Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; Con cánticos de liberación me rodearás (v. 7)
Ahora el salmista David se gloria en la protección que ahora tiene en Dios al ser uno en compañerismo con Dios y Su cuidado.
Los refugios son aquellos lugares donde a gente acude para protegerse de un huracán o un bombardeo.
Las personas que se protegen son estos refugios, tiene la seguridad de sobrevivir, los que se quedan afuera o no llegan a tiempo, sufren más terribles consecuencias.
En el mundo espiritual sucede lo mismo
Existen muchos enemigos y adversidades que pueden destruirnos y la solución es encontrar El Refugio.
El pasaje de hoy nos dice que Dios es Nuestro Gran refugio, aquél que tiene todo poder para protegerme de toda adversidad o calamidad. Él es quien nos guarda y nos rodea de todo mal para que nada ni nadie nos dañe.
En esta situación que estamos viviendo de enfermedades, como cristianos debemos refugiarnos en el Señor. Debemos aprender a vivir cobijado y protegido bajo Su mano poderosa y dejar que Él nos guarde y nos rodea con cánticos de liberación.
- Dios mismo era su refugio, un lugar seguro. Un buen lugar de refugio es una fortaleza, está en lo alto, no se ve fácilmente, y es confiable. En otras palabras podemos decir que Jesús es nuestro refugio, o habitación de pánico.
- David encontró seguridad al estar rodeado por los propios cánticos de liberación por parte de Dios, cantados en la alegría y confianza de la victoria.
Leamos lo que dice el texto, salmo 27: 5 y 31:20.
En lo secreto de tu presencia los esconderás (Salmo 31:20)
Y luego el resto del texto nos manda que pongamos atención a su Palabra, y entonces habrá misericordia.