Propósito

Editorial 19 de abril

No estamos aquí solamente porque sí. Dios nos ha creado con un propósito. El propósito que tuvo Dios al crearnos llega a ser nuestro propósito. El propósito de Dios para nosotros es el sentido de nuestra existencia, ese es nuestro propósito.

Nuestra existencia tiene sentido porque tiene propósito. La vida de cada quién tiene sentido porque Dios nos hizo con un propósito. La vida de cada uno de nosotros tiene propósito aunque la persona misma no sepa cuál sea su propósito. Nadie puede afirmar que su vida no tiene propósito por el solo hecho de que ignora lo que sea. Ignorar el propósito no lo anula.

Un sentido de la vida es una necesidad para una vida productiva y feliz. Algunas veces logramos tener sentido de la vida poniéndonos metas y objetivos. Luego nos esforzamos para alcanzarlos y si los alcanzamos nos sentimos realizados. Esto nos da satisfacción y contentamiento. Pero, si no los logramos nos sentimos frustrados y de mal humor. Nos sentimos inferiores, entonces, no realizados o incapaces. Envidiamos a los demás y somos muy sensibles a cualquier posible referencia a nuestra incapacidad. La recibimos como una indirecta o un insulto, y la vida nos vuelve infelices.

El mejor camino es ligarnos con el propósito de Dios, para nosotros y para el mundo. Así realizaremos lo que Dios está haciendo en el mundo, y nos realizaremos haciéndolo. Y nos sentiremos felices y realizados.

Es de suma importancia para nosotros saber el propósito de Dios, individualmente y como  Iglesia, y si los dos aspectos se han logrado. Si sabemos cuál es el propósito de Dios para la Iglesia “Berith”, y si individualmente nos ligamos con este propósito, tanto Iglesia como individuos, nos sentiremos realizados y nuestra vida tendrá sentido. Y de esta manera alcanzaremos un nuevo nivel de felicidad.


Comparte con tus amigos