La Reforma continuada

La Reforma religiosa del siglo XVI, en su primera fase duró  casi medio siglo, al derredor de 1510 hasta 1560, poniendo como fecha clave, 1517 cuando se publicaron las 95 tesis de Martin Lutero.

Para el año 1560 la primera generación de reformadores había muerto o estuvieron totalmente inactivos. En las iglesias protestantes se continuaba predicando las doctrinas de la Reforma y había diligente estudio bíblico en ellas.

La persecución y las luchas (hasta las guerras) mantenían el favor de los creyentes por un tiempo, pero, pero, poco a poca, el ardor y el entusiasmo disminuían.

No se mantenían las doctrinas con la misma energía ni se manifestaban el mismo interésen el estudio bíblico.

A la segunda generación de los reformadores, a aquellos que habían sido reformadores instruidos por los reformadores, les cayó una nueva tarea, la de continuar la Reforma, o sea promover una “reforma continuada”.

Continuar es más que repetir, es reafirmar, repensar y profundizar en nuestra herencia

Esta época se caracterizó por la producción de los catecismos y confesiones para consolidar y profundizar el fundamento bíblico y teológico de la iglesia reformada.

Esta época duró más o menos un siglo, y es llamada, especialmente por los detractores de la época del “escolasticismo protestante”.

Esta época se puede marcar con la publicación del Catecismo de Heidelberg(en1563) al inicio y la publicación de la Confesión de Fe y los Catecismos de Westminster (en 1648) al final.

El propósito de estos documentos era la unidad entre los hijos de la Reforma y perpetuarla, o sea, continuar la Reforma.

Durante este tiempo se publicaron también la Confesión de fe de los Países Bajos (en 1561) y Los Cánones de Dordt (en 1619), siempre con el mismo propósito.

Los teólogos en este tiempo eran gigantes en erudición y devoción, tanto los grandes maestros como los teólogos producidos por ellos.

Uno de ellos fue G. Voetius (1588 – 1667), fue el maestro de Francis Turretin (1623-1687) quien es quizá el más erudito de todos y el teólogo más destacado de la época.

Otros teólogos de la época fueron W. Brakel (1635 – 1711) y H. Witsius (1636 – 1708), quien escribió importantes libros sobre la doctrina del Pacto y sobre el credo Apostólico.

Los libros de estos pensadores sirven de fuentes de pensamiento cristiano actualmente, sobre todo en asuntos de doctrina.

Su pensamiento llega a nosotros  por los libros de Carlos Hodge y Luis Berkhof, ya que estos autores han sido traducidos al castellano.

Nos fundamentamos en esta tradición.

Nuestro propósito también  es de perpetuar la Reforma en una “Reforma Continuada”.

Continuar es más que repetir, es reafirmar, repensar y profundizar en nuestra herencia.

Podemos afirmar que nuestra tarea es ver más lejos que estos gigantes.

Podemos hacerlo porque estamos sentados sobre sus hombros.

La iglesia Berith en su aniversario pone, pues, como su propósito, la Reforma Continuada.

Artículo publicado en el Editorial del Boletín Buen Oleo de la INP Berith – 30 de octubre, 2005

Imagen de portada: Luther Denkmal Eisleben

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