Iglesia Nacional Presbiteriana
El temor puede esclavizar y desgastar, pero la Palabra nos recuerda una verdad poderosa: “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41:10). Nuestra identidad no depende de lo que hemos vivido ni de lo que sacrificamos, sino de la elección y fidelidad de Dios. En Cristo somos siervos escogidos, acompañados y sostenidos. La auténtica libertad no está en huir del pasado, sino en dejar que Dios lo redima y transforme en testimonio de su gracia.
El evangelio no es solo para que los incrédulos puedan llegar a Cristo, sino que es para toda la vida, llevándonos a obedecer y caminar en santidad, en dependencia del Espíritu Santo. Necesitamos, entonces, definir claramente el evangelio, si queremos entender su centralidad e impacto en nuestra vida. La proclamación nos ayudará a conocer mejor este evangelio que amamos y predicamos, y cómo se aplica en nuestra vida diaria.
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Dios mediante la reunión se llevará a cabo presencial y en línea, las esperamos
