Las cosas que se escribieron antes

Introducción

Hoy vamos a ver algunas de las cosas que se escribieron antes para nuestra enseñanza.

«No va a ser tan fácil como parece»

Seguramente hemos oído esta expresión. No sólo la hemos oído sino que la hemos dicho alguna vez. Tal vez en a escuela, el trabajo o en el contexto familiar.

Cuando vemos que algo aunque parezca fácil (para otros) para nosotros va a ser difícil.

Si un médico nos dice la frase «No va a ser tan fácil como parece» seguramente son malas noticias. Cuando se descompone un aparato doméstico o nuestra computadora y el técnico nos dice…
Cuando se rompe una tuberia en casa y el plomero nos dice…

En estos días hemos oído esa expresión cuando se habla de lo que falta de esta pandemia o el deterioro de la situación económica que viene a causa de ella.

Diariamente tenemos situaciones que nos parecen abrumadoras.
Pero como respondemos a ellas ¿con fe? o ¿con temor?

Moisés es un ejemplo muy instructivo de un hombre que se sintió abrumado más de una ocasión.

Mientras apacentaba un rebaño cerca del Monte Horeb, se encontró con que el señor lo comisionaría para enfrentar a Faraón -el hombre más poderoso en esa época- e iba a tener que guiar al pueblo de Israel para salir de Egipto. En Éxodo 12:37 nos dice que eran «seiscientos mil hombres de a pie».

Por decir lo menos, esa era un tarea por demás difícil. Y, por cierto, Moisés trat+o de evitarla… decía a Dios: «¿Quién soy yo para que vaya a Faraón y saque de Egipto a los hijos de Israel?»

Pero eventualmente siguió las instrucciones de Dios. Y…

¿Qué pasó después?

Una vez que había sacado al pueblo de Israel de Egipto, tuvo que lidiar con las constantes quejas y lamentos de la gente (Éxodo 16 y 17; Números 11)

Decían (en Exodo 16): «… ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos…»

En un momento dado, Moisés estaba abrumado por la tarea de juzgar al pueblo de Israel y -por consejo de su suegro- delegó ese trabajo a otros.

También tuvo que soportar oposición de su propia familia. María y Aarón, decían: ¿Sólamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? – cuestionando su liderazgo.

Si eso fuera poco, enfrentó la rebelión de Coré, que se levantó -dice la Escritura- con 25o hombres contra Moisés y Aarón.

Muchas veces, la apostasía de Israel fue tan grande queMoooisés tuvo que interceder con Dios para evitar su destrucción.

Moisés tuvo una tarea nada fácil.
Aun cuando -en ocaciones- llegó a la exasperación con el pueblo, premaneció fiel.
No renunció. No aventó la toalla.
Confió en Dios, oró y obedeció.

¿Que podemos ver aquí?

Dice el apóstol Pablo en la Epístola a los Romanos 15:4

«Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.» Romanos 15:4

Podemos ver 2 cosas una positiva y una negativa:

La positiva

Moisés nos da un ejemplo de cómo responder ante siyuaciones abrumadoras:

• Oró
• Buscó la voluntad de Dios y cuando la descubre…
• Obedeció

La negativa

Cuando discute con Dios en su desesperación y frustración y sale «lo mejor de él», es cuando Dios muestra su desaprobación (vemis eso en Éxodo 20 cuando airado golpea dos veces una roca)

Vemos también al pueblo de Israel, constantemente quejandose y renegando de cada situación y queriendo ser como los demás pueblos.

El problema era que los Israelitas eran olvidadizos y desagradecidos y por ende eran presa del miedo y perdía la esperanza.

¿Qué hacer al respecto?

Renunciar y perder la esperanza es fácil cuando somos rebasados por las circunstancias.

Pero, por otro lado, dejar las cosas a Dios, hacer lo que hay que hacer con fe, con gozo y esperanza… es difícil.

Debemos confiar en Dios en esas circunstancias.
Tenemos que recordar lo que ha hecho Dios por nosotros en el pasado.
Tenemos que confiar en que Dios nos ama en cualquier circunstancia.
Nos ama y trae esa circunstancias por una razón, un propósito.

Nos damos cuenta que responder fielmente «no es tan fácil como parece»

En Cristo Jesús hay descanso, esperanza y paz.

4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

— y concluye diciendo:

5 Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús,

6 para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

A.I. Saulo Murguia