El ángel de Dios delante de sus obras – Parte 2
Texto: Génesis 24:10-28
Transcripción
En la meditación de la semana pasada, Abraham nos enseña a seguir a Dios a través de todos los obstáculos cuando su siervo le pregunta qué hacer si la mujer escogida para Isaac como esposa no quiere ir a su encuentro debería llevar a Isaac ante ella, a lo que Abraham le contesta: «Jehová de los cielos que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela y me habló y me juró diciendo a tu descendencia daré esta tierra el enviar a su ángel delante de ti y tú traigas de allá mujer para mi hijo«.
Abraham sabe que Dios va a delante de sus obras. Confía en su Señor plenamente y le transmite esa confianza que sólo puede dar Dios y que se llama fe y es por esto que en el versículo 12 podemos apreciar que el criado de Abraham encomienda a Dios el éxito de su misión.
Con esto vemos que el matrimonio de Isaac con Rebeca no es un mero contrato entre dos familias, un formalismo de aquella época, un asunto meramente humano o un contrato legal.
Se trata de un paso decisivo en el cumplimiento de las promesas divinas.
El siervo fiel emprende la marcha muy de mañana con una fortuna en regalos armas su comitiva llegando a un lugar que no conoce y mucho menos a quien busca no sabe cómo va a reaccionar la familia ni la doncella.
Pero… algo muy importante: conoce a Dios, ha estado con Abraham la mayor parte de su vida, si no es que toda. Es el más viejo y sabio de sus siervos; el de mayor confianza. Incluso, de no tener hijos Abraham -de acuerdo a las costumbres- él sería su heredero.
También el siervo debe estar circuncidado. Sabe del pacto, conoce a Dios por el buen testimonio de Abraham, sabe de las bendiciones de Dios y que el ángel de Dios va adelante de él.
También vemos al siervo poner su confianza en Dios y le pidió una señal. Ésta tiene que ser clara a su entendimiento. No se puede equivocar. Tiene que ser la mujer que ha de ser aquella que baje su cántaro de agua para que él beba y también sus camellos y en el versículo 15 nos dice que antes que termine de hablar se presenta Rebeca quien aparte de ser hermosa es amable y del linaje de Abraham.
El siervo está maravillado de ella pero más lo está de Dios, quien le ha prosperado en su viaje.
Dios cuida de sus promesas y como le dijo a su señor para Dios irá delante de ti y la palabra de Dios nos dice que inclinó su cabeza y yo diría que es muy probable que se haya arrodillado y hace una oración que le sale de su corazón dice: «bendito sea Jehová Dios de mi amo Abraham que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo».
El hombre da gracias a Dios. No se vanagloria. Está consciente que el éxito que ha tenido es por la providencia de Dios.
El siervo dijo cuando emprendió la marcha: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro y haz misericordia con mi señor Abraham.
El siervo tiene muy claro que Dios va a delante de él su seguridad está en la providencia de Dios oro al salir y ahora al encontrar a Rebeca Dios es fiel.
Hagamos todo en el nombre de nuestro Dios reconociendo que el ángel del señor va delante de nosotros.
Demos gracias a Dios pues el resultado de nuestro andar es la voluntad de Dios. Bien hermanos amigos y oyentes si Dios nos lo permite nos escucharemos la próxima semana hasta luego.
A.I. José Antonio Velázquez Chávez