Jehová está a mi lado
CDMX, viernes 12 de junio de 2020
Transcripción:
Dios ha ordenado levantarse y pasar el río Jordán con todo el pueblo de Israel. Para tomar posesión de la tierra. Josué ordeno que el pueblo se preparase para cruzar el río Jordán dentro de tres días.
Vemos que Dios tiene un propósito en este tiempo de espera. La misión de los espías de reconocimiento militar falla, pero Dios tiene otros planes que si tendrán éxito.
En ese pasaje vemos como escapan los espías enviados a reconocer la tierra y la ciudad de Jericó.
En los versículos 12 al 14 dice:
12.- «Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura;
13.- y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte.
14.- Ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciareis este asunto nuestro; y cuando Jehová nos haya dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad.»
Recordemos que Rahab recibió a los dos espías enviados desde Sitim, los reconoció como extranjeros israelitas y los escondió. Arriesgó su vida y la de su familia, Rahab sin ver la gloria de Dios y las señales hechas en Egipto y en el desierto, Creyó y sin dudar, reconoce que Dios es Dios arriba en cielo y abajo en la tierra. Escogió poner su confianza en Dios. Oyó, creyó y actuó.
Ahora Ella esta cierta y segura de que Jehová a entregado la ciudad en manos de los Israelitas y ellos destruirán todo. Por lo que pide a los espías que le den una señal y juren por Jehová que van a salvarla a Ella y a su familia.
Rahab nos demuestra su fe, sabe que Dios cumplirá su palabra, también nos demuestra el amor y preocupación por los que están a su alrededor, al pedir la salvación de la casa de su padre, no sabemos de cuantas personas se trata, solo menciona hermanos y hermanas y de todo lo que pertenece a la casa de su padre.
Hermanos, esta es también una invitación a nosotros para demostrar nuestro amor y preocupación por los demás, pidamos a Dios por la salvación de nuestros hermanos y hermanas en la fe y de todas aquellas personas que nos rodean.
Los espías dieron su promesa de que cumplirán con el juramento.
En los versículos 15 al 21 dice:
15.- Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana; porque su casa estaba en el muro de la ciudad, y ella vivía en el muro.
16.- Y les dijo: “Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro camino.”
17.- Y ellos le dijeron: “Nosotros quedaremos libres de este juramento con que nos has juramentado.
18.- He aquí, cuando nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste; y reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre.
19.- Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa. Mas cualquiera que se estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano le tocare.
20.- Y si tú denunciares este nuestro asunto, nosotros quedaremos libres de este tu juramento con que nos has juramentado.”
21.- Ella respondió: “Sea así como habéis dicho.” Luego los despidió, y se fueron; y ella ató el cordón de grana a la ventana.
Rahab conocía las costumbres de los soldados cuando cazaban algún fugitivo y dio instrucciones de cómo podían salvarse de la persecución, estar por tres días apartados en el monte y después regresar a su campamento.
Los espías por su parte también dan instrucciones a Rahab de atar un “cordón de grana” en la ventana por la cual fueron salvados, como señal, y no decir nada acerca de ellos.
El cordón de grana significó esperanza, confianza y fe, en un momento decisivo.
En varios pasajes de la biblia el cordón de grana o la grana, se utiliza como marca o señal.
En génesis 38 :28 y 30 dice que un cordón de grana fue la señal que identifico quien fue el primogénito entre Fares y Zara.
En el capítulo 14 de Levítico la grana es parte de los elementos para la purificación, limpieza, y remoción de pecados.
En Isaías 1:18 dice:
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Algunos comentaristas tales como Clemente de Roma, el mártir Justino, Ireneo, Orígenes del primer siglo vieron este cordón de grana como un símbolo de la sangre de Jesús.
Hermanos tengamos esperanza, estemos seguros de que la sangre de nuestro señor Jesucristo nos limpia de todo pecado.
En los versículos 22 al 24 dice:
22.- Y caminando ellos, llegaron al monte y estuvieron allí tres días, hasta que volvieron los que los perseguían; y los que los persiguieron buscaron por todo el camino, pero no los hallaron.
23.- Entonces volvieron los dos hombres; descendieron del monte, y pasaron, y vinieron a Josué hijo de Nun, y le contaron todas las cosas que les habían acontecido.
24.- Y dijeron a Josué: “Jehová ha entregado toda la tierra en nuestras manos; y también todos los moradores del país desmayan delante de nosotros.”
Josué como general y estratega del ejército de Israel, recibe la información de los espías enviados a reconocer el campo y la ciudad de Jericó. Si bien la misión de reconocimiento militar fue descubierta, los espías entraron a Jericó, y regresaron con bien al campamento porque Dios siempre estuvo a su lado y los cuido.
Lo más importante fue reconocer que Dios había entregado en sus manos toda la tierra.
Hermanos debemos tener confianza y fe en que Dios. Sabiendo que Él está con nosotros en todo momento, y que nada escapa de su poder.
En 2ª tesalonicenses 2 :16 dice
Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia,
Hermanos Dios nos ama, está a nuestro lado y pide que tengamos esperanza por medio de nuestro señor Jesucristo, escuchemos su voz. Él está a cada momento con nosotros y nos cuida.
A. I. Nelson Daniel Miranda Giles.