El poder de la FE y la GRATITUD – Lucas 17:11-19

Meditación bíblica sobre Lucas 17:11-19 por Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Hoy hablaremos de la fe y la gratitud, aunque enfocaremos más nuestra atención a la gratitud y reflexionaremos en lo sorprendente que resulta de cuán a menudo nos concentramos en disfrutar aquello que recibimos y lo pronto que olvidamos de quién lo recibimos y a quién debemos nuestra gratitud.

Esto experimentó el Señor Jesús y para esto daremos lectura a Lucas 17:11-19:

Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y este era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

En este breve relato que nos hace Lucas uno esperaría que los diez hombres hubieran regresado para agradecerle a Jesús por su sanación y la oportunidad de un nuevo comienzo, pues recordemos que las personas con lepra debían vivir fuera del campamento y alejados de sus familias pues eran inmundos (Levítico 13:46), así ante tal salvación la realidad fue completamente distinta, de todos ellos sólo uno regresó y ni siquiera era judío.

Cuán agradecidos deberían de haber estado estos hombres de que Jesús hubiera pasado por esta región y mostrando su misericordia les sanara, ciertamente estos hombres creían en el poder de Jesús así que hicieron lo que Jesús les dijo como un acto de fe, creyendo en la promesa de sanación, así que fueron a mostrarse a los sacerdotes y en el camino fueron sanados; esto nos demuestra que la fe que se pone en práctica y tras la obediencia a las palabras de Jesús podremos ver transformaciones maravillosas, recordemos que estos diez leprosos no fueron sanados en el momento que hicieron su petición sino durante el camino así entonces notamos que a la fe le precede el actuar en obediencia a las instrucciones de Jesús estos hombres tenían la certeza de que Jesús cumpliría su promesa de sanación así que actuaron en fe, Hebreos 11:1 dice:

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”

Sin duda todo esto constituye una gran enseñanza para nosotros y es un gran ejemplo de lo que significa la fe activa y en obediencia sin embargo la enseñanza no para ahí, pues de los diez sanados sólo uno, el samaritano, fue quien regresó a Jesús a darle las gracias y dio gloria a Dios en voz alta lo que nos demuestra que el poder y la gracia de Dios no estaba limitada sólo al pueblo de Dios así este hombre samaritano no sólo obtuvo la sanación física recibió algo mucho más grande fue declarado salvo por Jesús el Hijo de Dios mientras que los otros nueve sólo experimentaron el milagro de la sanación física este samaritano no sólo recibió la sanación, además recibió la salvación eterna lo cual fue mucho más grande.

Jesús nos recuerda lo importante que es la fe pero aún cuán importante es el ser agradecido y dar la gloria a Dios.

Termino con una pregunta

¿Qué tan a menudo damos por sentado las bendiciones que recibimos por parte de nuestro Dios manifestando su gracia y misericordia hacia nosotros?

¿Cuán importante es ser agradecido y no sólo por las bendiciones específicas recibidas?

La gratitud ha de ser una constante en nuestras vidas en todo tiempo el Salmo 10:4 dice entrad por sus puertas con la acción de gracias, por sus atrios con alabanza, alabadle, bendecid su nombre.

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