Guiados

Todos decimos que queremos ser guiados por el Espíritu Santo; por esto oramos. Pedimos con frecuencia (y se supone con sinceridad) que el Espíritu Santo nos guíe. Es nuestro deseo vivir más allá de nuestra propia comprensión de la voluntad de Dios, y sabemos que para hacerlo necesitamos dirección de lo alto.

No nos damos cuenta de que muchas veces hay contradicción en nuestra vida. Sinceramente pedimos la dirección del Espíritu y sinceramente lo deseamos, pero no ponemos atención a la dirección que tenemos.

Pensamos (sin fundamento, por supuesto) que la dirección del Espíritu debe ser una experiencia mística, alguna señal sobrenatural o alguna revelación especial. Esperamos que algo inusitado pase en nuestras vidas o que recibamos una iluminación extraordinaria. No podemos negar, desde luego, que Dios en su tiempo y a su modo, puede hacerlo. Pero esto no es lo que debemos esperar cuando pedimos la dirección de lo alto.

Más bien, nos conviene recordar que las Santas Escrituras son inspiradas por el Espíritu Santo. La Biblia afirma categóricamente que toda Escritura fue inspirada por el Espíritu Santo. Si no usamos las Escrituras para guiarnos en toda la vida, aplicando sus enseñanzas a nuestro quehacer, no tenemos derecho de pedir otra dirección, habiendo ya descuidado la que tenemos.
La misma Biblia hace énfasis en que la Ley de Dios, fue dada para “ponerla por obra”. No fueron promulgados los mandamientos para ser contemplados como una meditación que nos hagan sentirnos santos más bien la Biblia (sobre todo los Salmos) recomienda la meditación en la Ley de Jehová como un medio para entenderla, a fin de que la pongamos por obra.
Debemos pedir a Dios en oración que el Espíritu Santo nos guíe. Es la voluntad de Dios que lo hagamos. Pero al hacerlo, no debemos olvidar que ya tenemos su libro para guiarnos. Para pedir correctamente debemos consultar las direcciones que ya nos ha mandado y hacer caso a dirección que ya nos ha dado.

Editorial 14 de Junio 2020
Boletín Buen Oleo
Gerald Nyenhuis H. Enero 13 de 1990

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