
LA VOZ DE UN ANGEL
Durante el tiempo de la primera Navidad se oía con frecuencia la voz de un ángel. Repetía la misma frase varias veces; tantas veces que podemos decir que es una frase que identifica la voz de un ángel. La frase es: “No temas” (Lucas 1:13).
Cuando, para iniciar la historia, un ángel habló a Zacarías, aquel que iba a ser padre de Juan Bautista, y le dijo “No temas”. También el ángel que habló con María hizo uso de las mismas palabras: “no temas” (Lucas1:30).
Cuando el ángel habló con los pastores, inició su discurso con las mismas palabras: No temáis” (Lucas 2:10). El Ángel que habló con José también le dijo “no temas”, aunque en in sentido un poco diferente (Mateo 1:20).
Todo esto tiene mucho sentido, me imagino que si un ángel hablara con algunos de nosotros, estaríamos tan espantados, que las palabras iniciales más adecuadas para nosotros serían “no temas”. Desde otra óptica también podemos decir que todo esto tiene mucho sentido. El mensaje de los ángeles a los seres humanos, al anunciar la Navidad era precisamente eso: no temas.
Jesucristo fue enviado al mundo para eliminar el temor para todo aquel que en Él cree.
Vino por los pecadores, y los pecadores tienen mucha razón para tener miedo, su culpabilidad y su consciencia de ella le dan remordimiento a cualquier pecador, pues todo pecado es, en un sentido u otro, la desobediencia. Y toda desobediencia es desobediencia a Dios; a veces a otros también, pero siempre es a Dios. Esto nos da amplia razón para temer un mensaje de Dios, o de un mensajero de Dios.
¿Quién, consciente de su desobediencia, no tendría temor de cualquier mensaje que le llegara, directa o indirectamente, del que hemos ofendido? El hecho de que el mensajero de Dios, el Ángel, se dirige a los seres humanos de esta forma muestra que están en una situación en que un mensaje de Dios les da miedo.
El mensaje mismo, es decir, el contenido del mensaje da sustancia a estas palabras. De la misma manera, el decir “no temas” a alguien que se enfrente a un león, no tiene mucho consuelo si no agregan pronto las palabras “es mi mascota, muy domesticada y, además no tiene dientes”.
El mensaje de los ángeles no es solamente “no temas” sino lo que sigue es el fundamento de la exhortación para no temer, sin tardar, sin una pausa, se pone más contenido en el mensaje. A Zacarías dice “porque tu oración ha sido oída”. Dice todo junto: “No temas porque tu oración ha sido oída”. Lo mismo para con María “No temas porque has hallado gracia delante de Dios”.
A los pastores sigue la misma fórmula, dice “No temáis porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo”. También a José no solamente dice “no temas”, sino entra ya en mensaje más completo, y dice: “No temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”.
En cada caso el mensaje continúa. Siempre hay más. Y, por más sustancial que sea lo que se agrega más sólida es la exhortación a no temer.
Así es la voz de un ángel, Si queremos tener la voz de un ángel, Si queremos tener la voz de un ángel esta Navidad, lo que tenemos que hacer es decir a las gentes “No temáis porque…” (Y repetirles todo lo que dijo el ángel en cada ocasión). Es decir, explicarles por qué el hecho de la Navidad nos quita el temor que nuestra culpabilidad nos da.
Artículo publicado originalmente en el Editorial del Boletín Buen Oleo de la INP Berith – 9 de diciembre, 2007