El sermón del monte – Parte 2 – Las bienaventuranzas un nuevo sistema de valores

Meditación por el A.I. Marcos Mercado Estrada
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

Por este medio me permito enviar a ustedes un fuerte abrazo y un cordial saludo.

La semana pasada iniciamos una serie de meditaciones sobre el sermón del monte y el día de hoy vamos a empezar a hablar de las bienaventuranzas que encontramos en Mateo 5:

1 Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos.
2 Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:
3 Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
5 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
7 Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
9 Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
10 Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
11 Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
12 Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.

Antes de empezar a analizar las bienaventuranzas voy a mencionar algunas de sus características más importantes.

 Todo el que ha oído alguna vez de Jesús de Nazaret y conoce algo de su enseñanza, seguramente también ha escuchado las bienaventuranzas, con las que inicia el sermón del monte.

Las «Bienaventuranzas» son sin duda las enseñanzas más conocidas de Jesús.

Su forma sencilla de expresión y la profundidad de su pensamiento han captado la atención del mundo entero, y aún las personas que no son cristianas han admirado la belleza y profundidad de sus palabras.

Mientras más exploramos sus implicaciones, más significado encontramos. Su riqueza es inagotable. No podemos sondear sus profundidades.

Pero pocos se dan cuenta que en estos dichos hay un programa práctico para el verdadero Reino de Cristo.; y también son pocos los que ven en las «Bienventuranzas» y en el sermón del monte el fundamento, para establecer todo un nuevo orden en el mundo.

Las bienaventuranzas en el texto original en griego empiezan con la palabra MAKARIOI que según el contexto se puede traducir como «bienaventurados» o «dichosos» también como feliz, alegre o contento, además de bienaventurado, dichoso, afortunado.

Y se nota en su significado que la palabra se refiere a un gozo profundo y tranquilo. Es un estado interior que va más allá de las circunstancias superficiales, es una paz interior, una seguridad, una confianza y una dicha inefable.

Miren ustedes, las bienaventuranzas contienen las palabras de Jesús respecto a la esencia y las cualidades que deben caracterizarnos a todos y cada uno de sus seguidores,

las ocho bienaventuranzas describen las cualidades del carácter y del comportamiento de cada ciudadano del reino de Dios.

Pero además todos y cada uno de nosotros debemos manifestar todas estas características al mismo tiempo ya que las bienaventuranzas son un todo completo que no se puede dividir.

Pero antes de empezar a analizar las bienaventuranzas, hay que aclarar que con nuestro propio esfuerzo no podemos lograr los atributos que se mencionan, ya que cada una de ellas sólo puede ser producida en nosotros por la gracia, el poder y la acción del Espíritu Santo.

¿CUÁNTAS SON LAS BIENAVENTURANZAS?  Si contamos las veces que se repite la palabra son nueve; pero si consideramos las últimas dos como una repetición, como lo hacen muchos estudiosos, son ocho.  Si aceptamos la frase «alegraos y gozaos» como sinónimo de «bienaventurados» son diez.

¿CÓMO ESTÁN ESTRUCTURADAS LAS BIENAVENTURANZAS?

Cada una de las «Bienaventuranzas» consta de tres elementos con excepción de la última. El primer elemento es la declaración o afirmación de Bienaventurado, el segundo es la descripción de las personas a quienes se aplica la bienaventuranza, y el tercero es el beneficio que recibimos de esa bienaventuranza.

¿DE QUE HABLAN LAS BIENAVENTURANZAS?

Las bienaventuranzas muestran la naturaleza equilibrada y al mismo tiempo multifacética del pueblo cristiano. No existen ocho grupos separados y distintos de discípulos, unos de los cuales son mansos, y otros son misericordiosos y a otros más se les llama a padecer persecución.

Sino más bien se trata de ocho cualidades de todos los cristianos, es decir debemos ser mansos y misericordiosos, pobres en espíritu, de limpio corazón, llorar y tener hambre y sed de justicia, ser pacificadores y en ocasiones se nos persigue.

Las bienaventuranzas hablan de valores, o mejor dicho, de un sistema de valores y en su conjunto son un sistema de valores que es totalmente opuesto, al sistema de valores del mundo.  

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE UN SISTEMA DE VALORES?

Un sistema de valores es lo que nos permite decir que una cosa o una acción es más importante que otra.  En gran medida es lo que da sentido y dirección a la vida.  Controla la moralidad y la ambición, la vida familiar y la laboral; es de suma importancia en la política.  Un sistema de valores es, a la vez, colectivo e individual.  Nuestro sistema de valores forma nuestra personalidad y es una expresión de ella.  

Las bienaventuranzas son el sistema de valores para los que somos ciudadanos del Reino de Cristo.

Las enseñanzas de las bienaventuranzas nos muestran con toda claridad, la diferencia esencial y completa entre el cristiano y el no cristiano

el sermón del monte nos exhorta y motiva para hacer lo que debemos hacer, para vivir como debemos vivir; es decir ser como Cristo, mostrando un contraste total con respecto a todos los que no pertenecen a Cristo.

Podríamos resumir esto de la siguiente manera: el cristiano y el no cristiano pertenecen a dos reinos completamente diferentes.

Los cristianos estamos en este mundo; pero no somos de este mundo. Estamos en medio de toda la gente que nos rodea en nuestro país, y somos ciudadanos de nuestro país, pero también somos ciudadanos del reino celestial

¿QUIÉNES SON LOS CIUDADANOS DE ESTE MARAVILLOSO REINO?

los que reconocemos a Cristo como nuestro señor y salvador y aquellos en cuyas vidas el reina y gobierna en este momento, pero somos los mismos que fuimos rescatados de la potestad de las tinieblas como dice Colosenses 1:13

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo

Miren ustedes, como ciudadanos del reino de Dios, hay 3 cosas que debemos tener en cuanta acerca de este reino:

1.- Cristo afirmó que el reino de Dios ya llegó a nosotros en Mateo 12:28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.

Y donde quiera que Cristo sea exaltado como rey allí está el reino de Dios.

Cristo mismo comisionó a sus discípulos para que predicaran el reino en Lucas 9:2

Y los envió a predicar el reino de Dios, y a sanar a los enfermos 

El reino de su amado hijo es el reino de Dios es el reino de los cielos es este reino nuevo al que hemos entrado.

La tercera y última manera de considerar el reino es que en un futuro muy próximo Cristo viene por segunda vez a la tierra, pero viene para reinar sobre todos con poder en una forma completa y total y todo estará bajo su dominio y poder y el reino de los cielos será una ralidad tangible y el mal y Satanás desaparecerán;

Filipenses 2: 9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,

10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;

11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.

CONCLUYO

Lutero dijo que el sermón del monte que contiene las bienaventuranzas, tiene dos propósitos divinos:

En primer lugar, muestra que el no cristiano no puede agradar a Dios por si mismo porque no puede obedecer la ley y por ello solo podemos ser justificados por la fe como dice Rom 5:1

5 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo

en segundo lugar, le muestra al cristiano como vivir de tal manera que agrade a Dios.

Las preguntas que nos debemos hacer en este día son ¿pertenecemos a este reino? ¿Nos gobierna Cristo? ¿Es el nuestro rey y señor? ¿Manifestamos tales cualidades en la vida diaria? ¿Anhelamos que sea así? ¿Comprendemos que debemos ser así? ¿Somos realmente bienaventurados (¿somos felices?) ¿Hemos sido llenados? ¿Tenemos paz?

El próximo jueves, Dios mediante vamos a inicar el análisis de las bienaventuranzas que describen las características de los discípulos de Cristo, pero también vamos a ver las bendiciones de incalculable valor que reciben que incluyen tener una parte en el reino de los cielos, recibir consolación, tener la tierra por heredad, ser saciados, alcanzar misericordia y ser llamados hijos de Dios. Amén

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