Adoración o acción de gracias

Meditación sobre 1 Pedro 2:9 y otros pasajes por el A.I. Saulo Murguía A.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Transcripción…

1 Pedro 2:9

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

Dios, en su soberanía nos ha hecho parte de su pueblo, con un propósito: que anunciemos las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.

Esa es la esencia de la adoración. Veamos por qué.

El significado bíblico de acción de gracias se refiere a la expresión que damos de gratitud por lo que nos ha otorgado, por todo aquello que nos ha dado. En la acción de gracias, se realizaban sacrificios o se entregaban alimentos como ofrenda.
Podemos encontrar la palabra acción de gracias en algunos de estos pasajes :

Levítico 7:12. "Si se ofreciere en acción de gracias, ofrecerá por sacrificio de acción de gracias tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite, y flor de harina frita en tortas amasadas con aceite."
Levítico 7:15."Y la carne del sacrificio de paz en acción de gracias se comerá en el día que fuere ofrecida; no dejarán de ella nada para otro día."
Levítico 22:29. "Y cuando ofreciereis sacrificio de acción de gracias a Jehová, lo sacrificaréis de manera que sea aceptable."

En estos pasajes se usa la palabra todah תּוידָה

“Todah” es una palabra hebrea que significa “acción de gracias”, o simplemente gracias, y a veces se traduce como “alabanza”.

Con esta palabra se designaba a un sacrificio de acción de gracias, realizado en el contexto de un banquete, de una fiesta en la que una comunidad celebra los dones recibidos de Dios, en el marco de la Alianza: especialmente se celebraban estos sacrificios como acción de gracias por la intervención de Dios al salvar a alguien de la muerte o de un peligro o enfermedad.

Este banquete iba acompañado de oraciones y cantos de acción de gracias (1 Crónicas 16).

El Salmo 100 es un ejemplo de esta realidad, puesto que da gracias a Dios por la misericordia de Dios y su fidelidad, y, además, se titula “Salmo para la acción de gracias”. Muchos otros salmos fueron escritos para acompañar la todah por ejemplo el salmo 22 el 118 por mencionar algunos.

Estas cualidades lo separaban de otros tipos de sacrificios.

En un sacrificio por el pecado, por ejemplo, solo el sacerdote judío, por su papel de mediador, podía comer del sacrificio consagrado (Lev 6, 17-23). En un holocausto, el animal sacrificado se consumía completamente en el fuego (Lev 6, 1-6).

Debemos notar que hay diferencia entre adoración y acción de gracias.

Mientras que en la acción de gracias el foco de nuestra atención está en las cosas que hemos recibido de Dios, en la adoración la atención se centra en lo que Dios mismo es.

La adoración es el acto de reconocer a Dios por lo que realmente es y por sus virtudes.
Cuando adoras a Dios, es porque estás reconociendo sus perfecciones, obras, beneficios y excelencia.

Además, adoramos y alabamos a Dios por quién es él, sus atributos, excelencia y las cosas que ha hecho además de lo que ha hecho por nosotros.

Por otro lado, la acción de gracias es «agradecer» o simplemente «reconocer» a Dios no por lo que es, sino por lo que ha hecho por ti.

Le estás agradeciendo a Dios por los dones y bendiciones específicas que te ha otorgado a lo largo de tu vida.

Podrías agradecerle a Dios por proporcionarte comida, darte un buen hogar y una familia, por darte un trabajo cuando lo estabas buscando, salvar tu vida / la de un miembro de tu familia de algún peligro, etc. El centro atención de tu acción de gracias está dentro de ti.

Pero debemos entender claramente que la verdadera acción de gracias siempre lleva a la adoración a Dios.

Debemos tener cuidado, cuando la «acción de gracias» no lleva a la adoración a Dios sino te lleva a ponerte a ti mismo como centro.

Podemos ver esto en la parábola que enseñó el señor Jesús:

Lucas 18:11,12

El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.

Cada palabra en la oración del fariseo está totalmente centrada en si mismo. Incluso la expresión “oraba consigo mismo” es muy significativa, pues sugiere que la oración estaba en realidad dirigida a sí mismo.
Esta no fue una oración a Dios, sino el soliloquio de una autoalabanza.

Dios es mencionado formalmente al principio, en las primeras palabras: “Dios, te doy gracias”. El relato nos da a entender que ese hombre se pone el el lugar de Dios.

Este caballero estaba tan satisfecho consigo mismo que no tenía necesidad de pedir nada. Él usaba palabras de gratitud, pero su verdadera intención era alabarse a sí mismo usando a Dios.

Pero, como hemo dicho: la verdadera acción de gracias siempre lleva a la adoración a Dios. La Biblia nos enseña muchos ejemplos de ello.

Veamos el Salmo 103

1 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.

Los versículos del 1 al 5 nos enseñan que no debemos olvidar «ninguno de sus beneficios», pero no se queda solamente en esos beneficios sino que el no olvidarlos nos ayuda a dirigir nuevamente nuestra atención a Dios.

A partir del versículo 6, empieza a hablar de Dios, de lo que es y su carácter. No hemos recibido ninguno de sus beneficios en atención a nuestras grandes virtudes, sino porque su gracia es parte del carácter de Dios.

He aquí algunas de las frases del salmo en las que se dirige la adoración a Dios:

8 Misericordioso y clemente es Jehová;
Lento para la ira, y grande en misericordia.
9 No contenderá para siempre,
Ni para siempre guardará el enojo.

13 Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.

17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen,
Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
18 Sobre los que guardan su pacto,
Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
19 Jehová estableció en los cielos su trono,
Y su reino domina sobre todos.

En este sentido el apóstol Pedro habla de nuestra posición en Cristo como creyentes, pero no se detuvo ahí, sino que expresó que todo esto que hemos recibido por gracia nos debe llevar a «anunciar sus virtudes» en un espíritu de auténtica adoración.

1 Pedro 2:9

Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

Tenemos que tener mucho cuidado con esto, porque con facilidad nos detenemos pensando en lo que ahora somos en Cristo y en cuántas bendiciones hemos recibido de él, y no llegamos a adorarle por lo que Dios mismo es.

Si queremos ser verdaderos adoradores tenemos que dejar de pensar en nosotros mismos para concentrar toda nuestra atención en quién es Dios.

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