Como cristianos seamos positivos
Meditación sobre Colosenses 1:2-14 por el A.I. Nelson Daniel Miranda Giles
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Transcripción…
CDMX, viernes 8 de octubre de 2021
En la escuela o en el trabajo podemos observar a personas que critican duramente el trabajo realizado por otras personas, buscando el más mínimo error o falla y lo hacen desde su particular punto de vista con el fin de destacar su conocimiento del tema.
Los cristianos debiéramos pensar en que, si se han cometido errores, estos pueden ser solucionados fácilmente, con buena disposición y trabajo.
En la biblia en el evangelio de Sn. Lucas 7: 1-3 el señor Jesús nos dice:
1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.
2 Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
3 ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
Nuestro señor nos invita a revisar primeramente nuestra vida, nuestro trabajo, como vivimos, o realizamos nuestras actividades y sobre todo que no seamos tan duros con los demás, pues nos dice no juzgues a nadie, porque con la medida que medimos seremos medidos.
En el versículo 2 de nuestro pasaje en Colosenses 1 dice:
2 a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
El Apóstol Pablo, al saludar a los Colosenses les hace énfasis que son santos, apartados por la gracia de Dios, y son fieles seguidores de Cristo pues les llama hermanos en la fe cristiana.
Esto había sido por la pura gracia de Dios y del señor Jesucristo que fueron llamados de una muerte segura a vida eterna.
Colosas estaba ubicada en Asia menor en lo que hoy conocemos como Turquía, era una ciudad pequeña dedicada al comercio de lana de buena calidad que se producía en la región y había sido famosa por sus tintas y el colorido de sus productos.
En tiempos de Pablo la ciudad estaba en declive opada por la creciente ciudad de Laodicea.
En los versículos del 3 al 8 del pasaje en Colosenses 1 leemos:
3 Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
El Apóstol Pablo estaba preso en Roma, pero eso no le impedía que le llegaran noticias de lo que sucedía en las iglesias y se preocuparse por los hermanos de todos los lugares en que había sido predicada la palabra y oraba por todos ellos fervientemente poniéndolos en las manos de Dios.
En los versículos del 4 al 8 del pasaje en Colosenses 1 leemos:
4 habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a todos los santos,
5 a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio,
6 que ha llegado hasta vosotros, así como a todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis la gracia de Dios en verdad,
7 como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros,
8 quien también nos ha declarado vuestro amor en el Espíritu.
La carta a los Colosenses tenía un motivo, las noticias que le habían llegado a Pablo informando de los problemas de los cristianos en esta ciudad.
Pablo a pesar de no conocer personalmente a los cristianos de Colosas, les habla con amor cristiano sin tomar en cuenta en un principio los problemas, les habla de todas las cosas buenas que están haciendo y les comenta que:
- reconoce su fidelidad
- que él siempre se acuerda de ellos en sus oraciones
- que ha oído de su fe en Cristo y amor por los santos
- tienen esperanza
- el evangelio de Cristo crece y fructifica entre ellos
- dispuestos a aprender
El Apóstol Pablo quiere que sepan que está enterado de su trabajo y de todo lo positivo que está ocurriendo entre ellos y que es digno de ser reconocido y da gracias a Dios.
En los versículos del 9 al 14 del pasaje en Colosenses 1 leemos:
9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual,
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;
11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;
12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
El Apóstol Pablo y Timoteo oraban intercediendo por los Colosenses pidiendo que Dios les concediera sabiduría espiritual en todas las decisiones que tomaran, para que se mantuvieran firmes en la fe, siendo apartados para Dios creciendo en conocimiento, siguiendo con dignidad los pasos del señor Jesucristo.
Quien nos salvó de la muerte al morir en la cruz, perdonando nuestros pecados y dándonos una nueva vida.
El Apóstol Pablo nos hace reflexionar en la vida que llevamos, ¿cómo somos en la vida diaria, como actuamos en el trabajo en la escuela, en donde quiera que estemos nosotros somos dignos discípulos del señor? ¿con nuestros hermanos en la iglesia?
Nos invita a meditar las cosas buenas de nuestros hermanos y expresar nuestro reconocimiento y a ser tolerantes y positivos en todos los ámbitos de nuestra vida.
Hermanos demos gracias a Dios por todo lo que nos da y que su amor se vea reflejado en todo lo que hacemos, para que su nombre sea glorificado.
A. I. Nelson Daniel Miranda Giles