
REFORMA CONTÍNUA
Se suele pensar que la reforma Religiosa del siglo XVI fue un acontecimiento que ya pasó, y tenemos que estudiarla en los libros de la historia, especialmente en los libros de la historia de la iglesia. Pero no solamente en la historia de la iglesia, porque la Reforma Religiosa del siglo XVI tiene que ver con toda la historia occidental, especialmente en la formación de las naciones modernas y en el pensamiento.
Nunca podemos pensar en la Reforma como si fuera algo que ya fue y nada más. La reforma empezó en el siglo XVI y no ha terminado todavía. Esto es solamente un decir, porque la verdad es que la Reforma empezó mucho antes de que Lutero clavara sus 95 tesis en la puerta de la iglesia de Wittemberg. Estas tesis eran solamente puntos que Lutero quería debatir y no eran, en realidad, algo más que un cuestionamiento de algunos puntos, aunque eran muchos e importantes. La verdadera Reforma llegó después. Quizá el punto más memorable fue cuando el mismo Lutero, en la Dieta de Worms, dijo “heme aquí, no puedo hacer otra cosa” (hiere sete ich, ich, kan, nich anders).
De la misma manera, debemos entender a Juan Huss, Juan Wiclift, Jerónimo Savonarola, y otros como reformadores. Prepararon el camino, y perdieron su vida por ello. Los estudiosos de la historia de la iglesia pueden encontrar muchos más que fueron, sin saberlo, predecesores de la Reforma. Tal vez debemos incluir a Agustín de Hipona como uno de los precursores, especialmente por sus libros que tuvieron gran influencia en este movimiento.
De la misma manera que es imposible poner fecha al verdadero comienzo de la Reforma, tampoco podemos hablar de su fin. No es un movimiento que pasó y ya. La reforma Religiosa sigue extendiéndose en dio el mundo. De Europa continental, penetró al Reino Unido, y a las Américas; ha entrado en el África, en China y en Japón. Su presencia es raquítica todavía en América Latina, pero allí está. Los de “Berith” somos prueba que está en México, y somos los únicos.
El hecho de que “Berith” se organizara en octubre de 1980, en la semana de la Reforma, nos ha marcado. Vemos a nuestra iglesia como una extensión de la Reforma, y tenemos como propósito seguirla extendiendo. Somos parte del movimiento de la Reforma que empezó en fechas no muy exactas, y que continúa. Continuara hasta el fin de los tiempos. Tiene que continuar, y “Berith” está dentro de este movimiento de la Reforma continua.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith. Domingo 12 de octubre de 2003 Boletín Buen Óleo.