Los profetas… ¿Qué dijeron de Jesús? – Lucas 24:13-35

Meditación sobre Lucas 24:13-35 por el A.I. José A. Medell E.
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

LUCAS 24: 13-35 REYNA VALERA 1960

13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. 14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. 15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. 16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. 17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? 18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? 19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. 21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. 22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; 23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. 24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. 25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? 27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. 29 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. 30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. 32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? 33 Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, 34 que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a Simón. 35 Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan.

LUCAS 24: 13-35 LA PALABRA DE DIOS PARA TODOS 2015

13 Ese mismo día, dos de los seguidores de Jesús iban hacia un pueblo llamado Emaús que queda a unos once kilómetros[b] de Jerusalén. 14 Iban hablando de todo lo que había pasado. 15 Mientras discutían, Jesús mismo se acercó y empezó a caminar con ellos, 16 pero no les fue permitido reconocer a Jesús. 17 Entonces Jesús les dijo:

—¿De qué tanto hablan por el camino?

Los hombres se detuvieron muy tristes. 18 El que se llamaba Cleofás respondió:

—¿Eres tú el único peregrino en Jerusalén que no se ha enterado de lo que ha pasado en ella en estos días?

19 Jesús les dijo:

—¿Qué quieren decir?

Ellos le respondieron:

—Nos referimos a todo lo que sucedió con Jesús de Nazaret, quien por sus hechos y palabras demostró ante Dios y la gente que era un profeta poderoso. 20 Y cómo los jefes de los sacerdotes y nuestros líderes lo entregaron para que lo sentenciaran a muerte y lo crucificaran. 21 Teníamos la esperanza de que él fuera el que iba a liberar a Israel. Sin embargo, además de todo eso, este ya es el tercer día desde que sucedió todo esto, 22 y algunas mujeres de nuestro grupo nos contaron algo asombroso. Esta mañana muy temprano fueron al sepulcro, 23 pero no encontraron el cuerpo. Vinieron y nos dijeron que habían visto ángeles en una visión. Los ángeles les dijeron que Jesús estaba vivo. 24 Entonces algunos de los que estaban con nosotros fueron a ver el sepulcro y lo encontraron tal y como las mujeres habían dicho, pero no vieron a Jesús.

25 Entonces Jesús les dijo:

—¡No sean tan tontos! ¿Por qué les cuesta tanto creer todo lo que dijeron los profetas? 26 ¿Acaso no dijeron que el Mesías tendría que sufrir todo eso antes de dar comienzo a su período de gloria?

27 Entonces Jesús les explicó todo lo que había sido escrito sobre él en las Escrituras, empezando con los libros de Moisés y todos los profetas. 28 Al acercarse al pueblo al que iban, Jesús hizo como que iba a seguir de largo. 29 Pero ellos le rogaron con insistencia:

—Quédate con nosotros, porque ya está atardeciendo. Ya casi es de noche.

Entonces Jesús entró y se quedó con ellos. 30 Cuando estaba a la mesa con ellos, tomó el pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio a ellos. 31 En ese preciso instante les fue permitido reconocerlo, pero él desapareció. 32 Los dos hombres se dijeron entre sí:

—¡Con razón sentíamos que el corazón nos ardía de emoción cuando nos venía hablando y explicando las Escrituras en el camino!

33 Entonces se pusieron de pie de inmediato y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los once apóstoles y a los que estaban con ellos, 34 y dijeron:

—¡En verdad el Señor ha resucitado! Se le ha aparecido a Simón.

LUCAS 24: 13-35 BIBLIA PESHITTA 2005

35 Entonces los dos hombres les contaron a los demás lo que había pasado en el camino y cómo habían reconocido a Jesús cuando estaba partiendo el pan.

13 He aquí que ese mismo día dos de ellos iban a una aldea llamada Emaús, a unos once kilómetros 35 de Jerusalén, 14 conversando entre sí acerca de todo lo que había sucedido. 15 Y conversando y discutiendo uno con el otro, sucedió que Jesús vino y los alcanzó, y caminaba junto con ellos, 16 pero sus ojos estaban velados para que no lo reconocieran. a 17 Entonces Él les dijo: ¿Qué son estas cosas de las cuales hablan entre ustedes mientras caminan entristecidos? 18 Y uno de ellos, cuyo nombre era Cleofas, contestándole, dijo: ¿Eres tú ciertamente el único forastero en Jerusalén que no está enterado de las cosas que han sucedido en ella en estos días? 19 Él les preguntó: ¿Qué cosas? Ellos le respondieron: Respecto a Jesús de Nazaret, varón que era profeta a , poderoso en palabra y en obras ante Dios y ante todo el pueblo, 20 pero los principales sacerdotes y los ancianos lo entregaron para que fuera condenado a muerte y lo crucificaron. a 1949 21 Pero nosotros esperábamos que Él fuera el que habría de redimir a Israel, y he aquí, hace ya tres días que sucedieron todas estas cosas, 22 y también algunas mujeres de entre nosotros nos han sorprendido, porque fueron temprano al sepulcro, 23 y al no encontrar su cuerpo vinieron a informarnos que habían visto ángeles allá, quienes les dijeron que Él estaba vivo. 24 Y también algunos de los nuestros fueron al sepulcro y encontraron tal como las mujeres habían dicho, pero a Él no lo vieron. 25 Entonces Jesús les dijo: ¡Oh, insensatos y duros de corazón a para creer en todo lo que los profetas han hablado b ! 26 ¿No estaban estas cosas dispuestas para que el Cristo padeciera y entrara en su gloria? 27 Y empezando desde Moisés a y continuando por todos los profetas b , les explicaba lo referente a Él en todas las Escrituras. 28 Al irse acercando a la aldea adonde iban, Él les hizo creer que iba a un lugar más adelante, 29 pero ellos le insistieron, diciendo: Quédate con nosotros, porque ya ha declinado el día y está oscureciendo. Entró, pues, y se quedó con ellos. 30 Aconteció que al sentarse con ellos a la mesa, tomó el pan, y bendiciéndolo, lo partió y les dio. 31 Y al instante les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron, pero Él fue quitado de ellos. 32 Y se decían el uno al otro: ¿No estaba endurecido nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras? 33 Y levantándose en aquel mismo momento, volvieron a Jerusalén y hallaron reunidos a los once y a los que estaban con ellos, 34 que decían: Nuestro Señor en verdad ha resucitado y se ha aparecido a Simón a . 35 Y también contaban las cosas que les habían acontecido en el camino, y cómo se les había dado a conocer cuando partió el pan.

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