Contender por la fe – Judas 3,4
Meditación sobre Judas 3,4 por el A.I. Saulo Murguía
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.
4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
«Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.» – Judas 3
Judas, como predicador fiel que era, reconoce que el gozo de proclamar a Cristo debe ir acompañado de advertencias y amonestaciones para evitar que los creyentes se desvíen.
Como creyentes, necesitamos esas advertencias porque no es fácil permanecer fiel; es más fácil desacrriarse.
Es más fácil pensar que ser salvo significa que no tenemos que luchar contra el pecado.
Incluso algunos intentan justificar sus actitudes descuidadas pensando: «Dios nos salvará de todos modos, ¿verdad?»
Pero eso muestra el poco valor que le dan a la fe.
Creen que no vale la pena luchar para mantener su enfoque en Jesús.
No creen que valga la pena luchar por la fe para mantenernse santos, para poder servir al Señor.
Contender por la fe es un trabajo duro, pero vale la pena.
La fe es lo que el Espíritu Santo da a cada creyente para que, como pecador, pueda reconciliarse con Dios.
Eso no cambia con los tiempos.
No está tratando de mantenerse relevante o ser políticamente correcto, sino que se aferra a Jesús, por incómodo e impopular que sea.
Veamos al versiculo 4:
«Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo» – Judas 4
Judas está advirtiendo a los creyentes que se cuiden de ciertas personas que se infiltran, haciendose pasar como parte de la iglesia.
Aunque hablan abiertamente de Jesús, Judas dice que «desde antes habían sido destinados para esta condenación». Estos son enemigos de la iglesia aun cuando parecen ser aliados por el evangelio. Hablarán alegremente sobre la muerte de Jesús por nuestros pecados y la libertad que tenemos porque hemos sido librados de la ira de Dios.
Pero hay que poner atención a cuales son los frutos de su mensaje.
Estas personas están convirtiendo la gracia en su excusa para pecar.
Enseñan un evangelio falso de que estar libre de pecado significa ser libre de vivir como nos plazca, disfrutando de todo tipo de inmoralidad sin consecuencias.
Esto hace que nuestros deseos se conviertan nuestros amos, y vivimos para complacernos a nosotros mismos en lugar de vivir para complacer a Dios.
Este falso evangelio si que es una peligrosa amenaza para el creyente.
Debemos tener cuidado y contender por la fe que nos fue dada.