El cuerpo de Moisés – Judas 1:8-10

Meditación sobre Judas 1:8-10 por el A.I. Saulo Murguía
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Hoy vamos a continuar revisando la carta de Judas, en la parte que habla sobre el arcángel Miguel que disputó con el diablo por el cuerpo de Moisés.

Voy a leer los versículos 8 al 10

8 No obstante, de la misma manera también estos soñadores mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las potestades superiores.
9 Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.
10 Pero estos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales.

En el versículo 9 es donde habla del arcángel Miguel, pero tenemos que tomar en cuenta lo que dice en el versículo 8. De hecho, se enlaza con lo que dice en los versos anteriores (del 1 al 7) y que ya revisamos.

Vimos que Judas da 3 ilustraciones de personas y ángeles que se rebelaron contra Dios, ahora estos falsos maestros o apóstatas que están entre la iglesia están haciendo el mismo tipo de cosas.

Empecemos con el versículo 8:

Dice «estos soñadores», ¿Por qué llamarlos soñadores?

Aparentemente, estaban enseñando a la gente que a través de un sueño o una visión de Dios habían recibido alguna nueva enseñanza o revelación.
Judas no cree que el sueño o la revelación fueran de Dios, sino una forma de convencer a algunas personas de un engaño.

NVI – «llevados por sus delirios»
DHH – «viviendo en sueños»
NTV – «que pretenden tener autoridad por lo que reciben en sueños»

El Dr. Warren Wiersbe, en su comentario, dice que la causa de su rebeliónes precisamente eso: eran soñadores. “Vivían en un mundo onírico de irrealidad y engaño”.

Judas nos da tres ejemplos del comportamiento y actitudes del falso maestro:

a) ¿Cómo estaban viviendo sus vidas? «mancillan la carne» RV60
NVI – «contaminan su cuerpo»
DHH – «mancillan la carne»
NTV – «llevan una vida inmoral»

b) ¿Cómo respondieron a los que tenían autoridad? «rechazan la autoridad» RV60
NVI – desprecian la autoridad
DHH – rechazan la autoridad del Señor
NTV – desafían a la autoridad

c) ¿Cómo tratan a los ángeles? «blasfeman de las potestades superiores» RV60
NVI – maldicen a los seres celestiales
DHH – insultan a los poderes superiores
NTV – se burlan de los seres sobrenaturales

La rebelión de estos falsos maestros consistía vivir una vida inmoral.
Los versículos 8 y 10 les advierten contra «blasfemar».
Esto no solo significa que no debemos maldecir o usar palabras altisonantes; tiene que ver con la actitud constante de defender la Palabra de Dios como una autoridad en nuestras vidas y combatir la falta de voluntad para adorar al Señor Dios.

Ahora el versículo 9:

9 Pero aun el arcángel Miguel,
Hay clasificación entre los ángeles. Arcángel significa que Miguel es el primero en rango o el jefe de los ángeles.
Incluso con la autoridad y la posición que tenía Miguel, no hizo lo que están haciendo estos falsos maestros.
No se nos dice en el texto, pero parece claramente implícito que los falsos maestros afirmaban tener autoridad sobre Satanás y talvez decían cosas como «Reprendo a Satanás», y cosas por el estilo.

Deuteronomio 34:6 nos habla del entierro del cuerpo de Moisés y cuando disputaba con el diablo acerca del cuerpo de Moisés,

Dice:
5 Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. 6 Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor; y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy.

Algunos historiadores creen que si Satanás tuviera el cuerpo de Moisés, entonces habría llevado a la gente a adorar su tumba y, de hecho, convertirlo en un ídolo.

Luego dice el versiculo 9, «no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.»
La respuesta de Miguel fue simple: dejó la reprensión en las manos de Dios en lugar de asumirlo él mismo.
La palabra “reprender” es una palabra específica que Judas eligió para enfatizar la reprensión a alguien que era incorregible.
Judas sabía como nosotros que Satanás nunca se arrepentirá de lo que ha hecho.

En el versículo 10 dice:

10 Pero estos blasfeman de cuantas cosas no conocen; y en las que por naturaleza conocen, se corrompen como animales irracionales.

El el original en Griego, usa dos palabras diferentes que aqui se traducen como conocer:

La primera es εἴδω (eído) «percibir, reconocer, saber, ver, comprender, conocer, conocido, entender, ignorar, informar, mirar» que se refiere a la comprensión mental y el conocimiento.

La segunda es ἐπίσταμαι (epístamai) «fijar la mente sobre, es decir comprender, o familiarizarse con» – originalmente usado al hablar de la habilidad en la fabricación de objetos artesanales.

«Animales irracionales» es la forma en que Judas se refiere a estos falsos maestros.

¿Qué podemos aprender de todo esto?

Es más fácil criticar o señalar la impiedad y la insensatez de los demás que confesar nuestra propia necesidad de arrepentimiento.
Judas no está hablando de estos falsos maestros y su blasfemia para inflar nuestro propio orgullo y ego, los hace para advertirnos para que no caigamos en la misma maldad.
Contender por la fe también significa velar por nuestro propio corazón.
Cuando mantenemos nuestras Biblias cerradas y vivimos según nuestras propias suposiciones, corremos el riesgo de pensar que tenemos derecho a decidir cuánto se permite que el Espíritu Santo trabaje en nosotros.
Corremos el riesgo de hacer de la ley de Dios una influencia superficial en nuestra forma de conducirnos en la vida.
Corremos el riesgo de pensar que nuestras acciones son correctas, aunque nuestros corazones se esten enfriando. Esto es sumamamente destructivo.

El pensar que la gracia nos permite pecar, definitivamente no nos da más libertad y más alegría.

Por el contrario, deshonramos el nombre de Dios con nuestras acciones, dando ejemplos impíos a nuestros hermanos cristianos, rompiendo la unidad de la iglesia y destruyendo nuestro testimonio ante un mundo esclavizado en el pecado.

Cristo nos salva para librarnos del pecado, no para darnos una excusa para permanecer en nuestro pecado.

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