El ejemplo de Sodoma – Judas 1:7
Meditación sobre Judas 1:7 por el A.I. Saulo Murguía
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Iniciaremos con la lectura:
3 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos. 4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
5 Mas quiero recordaros, ya que una vez lo habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creyeron. 6 Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; 7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquellos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno. – Judas 1:3-7
En Génesis 18 leemos la historia de la destrucción de Sodoma y Gomorra
Judas pone como ejemplo del juicio de Dios la destrucción de estas ciudades de la antigüedad.
Sodoma y Gomorra y los pueblos de alrededor se entregaron a la inmoralidad sexual y la perversión. Sirven como ejemplo de los que sufren el castigo del fuego eterno.
Asumo que la mayoría de ustedes están familiarizados con la historia de Abraham y Lot entrando a la ciudad de Sodoma y Gomorra. La gente de esta ciudad era tan mala que Dios destruyó las ciudades por completo.
En el griego describe a esta personas usando la palabra griega ἐκπορνεύω (ekporneúo) que describe a las personas que “se entregan a la inmoralidad excesiva”.
La frase traducida del griego en nuestra versión RV1960 como «vicios contra naturaleza» es en griego σαρκὸς ἑτέρας (sarkós jéteras) literalmente «carne extraña) se ha interpretado como una referencia a la homosexualidad o incluso a tener relaciones sexuales con animales.
Abraham trató de detener el juicio de Dios negociando con Dios, si podía encontrar cincuenta personas justas, no pudo y se abrió camino hasta solo diez y no pudo encontrar ni siquiera a esos pocos.
Dos ángeles de Dios tomaron apariencia humana y entraron en la ciudad para estar con Lot.
Una multitud de hombres pronto apareció en la casa de Lot exigiendo tener sexo con estos extraños.
Lot se negó e hizo lo impensable: ofreció a sus hijas para que estos pervertidos tuvieran sexo para salvar a los extraños, aunque no sabían que eran ángeles.
La mala noticia: el estilo de vida de Sodoma no fue destruido junto con sus habitantes.
De hecho, la humanidad continúa con sus deseos antinaturales, haciendo como si el juicio de Dios nunca fuera a ocurrir otra vez.
Se promueven esos estilos de vida como si fuera algo deseable.
Los falsos maestros han entrado en la iglesia para predicar que Dios ahora respalda esa misma inmoralidad sexual.
Una de las peores mentiras que se dicen en muchas iglesias hoy en día es que Dios ya no es lo suficientemente santo para juzgar la inmoralidad sexual y los deseos antinaturales.
Aún no ha llegado el juicio porque la misericordia de Dios todavía está sacando a los pecadores de sus estilos de vida torcidos.
Pero si la iglesia ha de predicar la vía de escape del castigo de Sodoma, debe rechazar el falso evangelio de Sodoma.
Debemos testificar de las buenas nuevas de Jesucristo a los que hacen alarde de su impiedad.
La misericordia de Dios puede llegar a cualquier pecador.
No podemos poner en riesgo esas buenas noticias fingiendo que la justicia de Dios ha cambiado desde que Su fuego santo llovió sobre sodoma y Gomorra hace mucho tiempo.
Si amamos a nuestro prójimo, debemos advertirles y hacerlos ver su necesidad de convertirse.