Dios hablando a su pueblo – Éxodo 29:38-46
Meditación sobre Éxodo 29:38-46 por el A.I. José Antonio Velázquez
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México
Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente. Ofrecerás uno de los corderos por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde. Además, con cada cordero una décima parte de un efa de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite de olivas machacadas; y para la libación, la cuarta parte de un hin de vino. Y ofrecerás el otro cordero a la caída de la tarde, haciendo conforme a la ofrenda de la mañana, y conforme a su libación, en olor grato; ofrenda encendida a Jehová. Esto será el holocausto continuo por vuestras generaciones, a la puerta del tabernáculo de reunión, delante de Jehová, en el cual me reuniré con vosotros, para hablaros allí. Allí me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será santificado con mi gloria. Y santificaré el tabernáculo de reunión y el altar; santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes. Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. Y conocerán que yo soy Jehová su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos. Yo Jehová su Dios.
Dios manifiesta su deseo de vivir entre su pueblo escogido y ha creado un lugar Santo para habitar en medio de ellos, pues Él no puede estar en medio del pecado, mandó construir el tabernáculo, ha nombrado a sus sacerdotes y los ha santificado para que sean los únicos que puedan entrar al lugar Santo para llevar las ofrendas de su pueblo por el perdón de sus pecados. Se han de sacrificar un cordero en mañana y otro por la tarde todos los días para mantener la santidad del lugar pues el Señor ha dispuesto de éste sitio para que desde ahí se comunique con el pueblo por medio del sacerdote, quien también ha tenido que pasar por un proceso de santificación cómo ya hemos visto con anterioridad, Dios provee la manera de estar presente todo el tiempo y da las indicaciones para que se lleve a cabo pues quiere estar en comunión continua con todos, una vez más vemos la iniciativa del Señor buscando a sus siervos y no los hombres buscando al Señor, solo Dios en su infinito amor y misericordia busca el bienestar de sus hijos a pesar de la maldad de ellos y procura los medios para lograrlo.
Por lo que enseña que debe haber un sacrificio con derramamiento de sangre para la expiación de los pecados y que el dueño del cordero ha de poner sus manos sobre la cabeza de éste en señal de que se ha de llevar sus pecados. Todo esto como preparación para recibir al Cordero de Dios al Sacerdote de Sacerdotes al vicario, quien sin conocer pecado, se llevó los pecados de la humanidad, quien murió por mi, por ti, por todos los que fueron llamados a ser salvos como lo fue el pueblo de Israel y hoy nosotros sus hijos redimidos por Jesús nuestro salvador
