Cómo contender por la fe – Judas 1:20-25

Meditación sobre Judas 1:20-25 por el A.I. Saulo Murguía
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Al leer cuidadosamente la carta de Judas podemos notar que aunque originalmente Judas pensaba escribir una carta general sobre la salvación que compartimos los cristianos, es decir, lo que él le llama «nuestra común salvación».
Judas comienza su carta exhortando a la iglesia a «contender por la fe»; la razón para ello es que hay falsos maestros dentro de la iglesia.
Les muestra como reconocerlos usando algunos ejemplos, como eventos históricos y personajes del pasado.
Les presenta imágenes con las que caracteriza claramente a esos falsos maestros.
Luego les pide que recuerden las advertencias que continuamente daban los Apóstoles, refiriéndose a esos doce hombres seleccionados por Jesús que iban a llevar a cabo Su ministerio después de que Él ascendió y que vivieron y caminaron día a día con Jesús durante 3 años.

Habla, en esta carta, de la salvación, pero habla de ella como una gran esperanza futura del regreso de Jesús. Esta esperanza estaba siendo negada por los falsos maestros que menciona. Al parecer estos falsos maestros ya habían convencido a muchos.

Hablaba también de la fe como el evangelio de Cristo que no cambia. Algunos negaban a aceptar que el evangelio había sido dado a la Iglesia una vez y que no iba a cambiar. Querían cambiar las enseñanzas de los Apóstoles para adaptarla a sus ideas y su estilo de vida. Tenían la idea de que la libertad cristiana significaba licencia para hacer lo que quisieran.

En los versículos 1 al 19 nos explica por qué debemos luchar o contender para preservar la enseñanza que nos ha sido dada.

En los vers. 20-25, que son los que estudiaremos hoy, vamos a ver que nos dice cómo contender por la fe, y nos lo dice en tres sentidos principalmente: hacia dentro de nosotros mismos, hacia los demás y hacia Dios.

1. Hacia dentro de nosotros (vv. 20-21)

En los versículos 20 y 21 de la epístola nos habla de como debemos de comportarnos o qué tenemos que hacer para contender por la fe, hacia dentro de nosotros, con nosotros mismos.

Dice que debemos cuidarnos, cuidando que estemos debidamente centrados en Dios y su evangelio.

Habla de la fe como cuerpo de enseñanza. Reconociendo de que desde el principio, ha habido un evangelio que es totalmente reconocible y entendible.
Vean lo que dice en Gálatas 1:9-11

9 Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
11 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre;

En el AT vemos que todo lo que pertenece al Dios santo es, por tanto, santo. Y hay siempre un castigo por robarlo o maltratarlo.

Oración
Dice que la oración debe ser en el Espíritu y es la segunda vez que se refiere al Espíritu (v. 19 falsos líderes no tienen el Espíritu)

Orar en Espíritu significa no desviarnos de nuestra fe y esperanza.
Porque no habla de otra cosa mas que de eso en este pasaje.

Amor
Nos dice que hay que mantenerse en el amor de Dios
El apóstol Pablo oraba por esto en Efesios 3:14-19

14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Por otro lado, Jesús nos dice en Juan 15:9-11

9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. 10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. 11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.

Esperanza
Esperar la misericordia de nuestro Señor Jesucristo.
El cristianismo, hermanos, tiene sentido sólo si se cumplen las promesas que Dios ha hecho.
En el AT Dios dio muchas promesas y los creyentes de entonces esperaron pacientemente su cumplimiento. Miqueas, al ver a otros alrededor de él desertar de su Dios y declaró:

“Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.” (Miqueas 7:7)

Entonces, hay algo que hacer hacia adentro de nosotros. Permanecer firmes en las promesas de Dios.

2. Hacia los demás (vv. 22-23)

Tenemos ciertas responsabilidades con aquellos que están cayendo en la mala enseñanza.

v. 22 A algunos que dudan, convencedlos.

Los que dudan pueden ser personas que hacen preguntas, no para entender sino para mostrar su desacuerdo con aquellos que si creen, y muestran todo tipo de contradicciones, confrontando opiniones.
Nosotros tenemos que crear un entorno en el que sea más fácil para el creyente admitir que tiene preguntas difíciles y confusión.
Escuchar y hablar las cosas; que la misericordia sea algo que nos caracterice; somos objetos de la misericordia de Dios, entonces mostremos misericordia.

v. 23 A otros salvad, arrebatándolos del fuego;

Los que no están profundamente comprometidos. Los que simpatizan con el mundo, y al mismo tiempo simpatizan con la iglesia. En realidad están jugando con fuego. Participan en el pensamiento y el estilo de vida de las ciudades que “fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.”
¿Qué tenemos que hacer?
Reconocer, hermanos, la posición de muerte en la que se encuentran. Sodoma y Gomorra sirven de ejemplo a los que padecen el castigo del fuego eterno (v. 7).
Sin ser ofensivos ni insensibles, se nos instruye aquí, en la carta de Judas, a salvarlos, a arrebatarlos del fuego.

v 23 … y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.

Los engañados. Aquellos que están completamente involucrados en la falsa doctrina, que tal vez incluso podrían ser ya maestros.
Una vez más, se les debe mostrar misericordia. Pero, en este caso nos habla de la misericordia mezclada con temor (miedo a ser contaminados, o temor de ser contaminados; temor a su habilidad persuasiva). Hay buenas razones, hermanos, para temer e involucrarse.
Aborrecer la ropa manchada por la carne corrompida. Requisito para el arrepentimiento total. Esta expresión «aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne» nos hace ver que no podemos bajar los estándares bíblicos con la esperanza de que, por eso, ellos van a regresar al buen camino. los estándares de Dios a través de su Escritura, permanecen intactos.

3. Hacia Dios (vv. 24-25)

Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.

Mantengamos, hermanos, los ojos fijos en el gran futuro que Dios nos ha prometido.
¿Qué es lo que estimula nuestra esperanza? ¡Dios es poderoso! La expresión «es poderoso» -que usa aquí- nos habla de la importancia del magnífico poder de Dios.

Tenemos que prevenir el peligro que enfrenta el cristiano común. Dios puede evitar que caigamos.
Los israelitas murieron en el desierto; los ángeles perdieron posiciones de autoridad; las ciudades perversas fueron arrasadas.
Nosotros nos mantenemos en su amor. Él evitará que caigamos.

También nos dice que nos presentemos sin mancha delante de su gloria con alegría. Presentarnos es como llegar a una meta, llegar a la meta es triunfar.
El premio de Dios es que él nos lleva a su presencia gloriosa con gran alegría.

Pero nos dice que nos presentemos sin mancha. Recuerden que en el culto del tabernáculo o del templo (en los sacrificios del AT), todo lo que se presentara como sacrificio tenía que ser sin mancha (sin culpa). La muerte de Cristo hace esto posible, ya que somos personas moralmente indignas.

Y luego termina con Alabanza. Judas cierra con alabanza a Cristo. Hay una respuesta de alabanza y adoración que surge de todo lo demás que ha dicho.

«al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.»

Otras partes de la Serie Judas
Comparte con tus amigos