“DIZZY DEAN” Y LA IGLESIA

Casi nadie se acuerda de él, pero “Dizzy Dean” era uno de los grandes lanzadores en el béisbol, de todos los tiempos. Su época era al final de los años 30 y en el inicio de los 40. Se retiró más o menos joven.
Desde muy joven fue un lanzador sobresaliente (se suele decir “pitcher”). Entró en las ligas grandes y tuvo un éxito sorprendente. No cabía duda que iba a poner nuevas marcas para todas las actividades de los lanzadores. Cumplió con la expectativa y puso nueva marca tras nueva marca. Fue especialmente admirado por todos los aficionados al béisbol.
Un día tuvo un accidente automovilístico. No fue muy serio accidente, pero “Dizzy Dean” se lastimó su pierna y su pie. No fueron serias heridas y los médicos decían que podía volver a jugar dentro de unas semanas. Su recuperación fue rápida y en dos semanas volvió a lanzar un juego… le fue mal, y después de unas dos entradas (innings) lo sacaron del juego para que se recuperaran mejor. Después de un par de semanas más, volvió a participar, pero con el mismo resultado. Los médicos afirmaron y aseguraron que “Dizzy Dean” se había recuperado completamente. Lo examinaron y lo volvieron a examinar, siempre con los mismos resultados: su recuperación había sido plena, total y completa.
Pero, no podía lanzar. Se quejaba que no podía hacer bien los movimientos necesarios para controlar la pelota. La lesión en su pie arruinó la coordinación que necesitaba para hacer los movimientos con su hombro y brazo. No hubo remedio: tuvo que retirarse del béisbol.
Así es con el cuerpo humano (posiblemente con los animales también): es una unidad, todas las partes están íntimamente relacionadas. Una lesión en el pie afecta todo el cuerpo, hasta los brazos. La Biblia compara la iglesia con un cuerpo. De los que somos el cuerpo de Cristo. Cada parte (miembro) afecta a la otra. Cada parte tiene que estar en buenas condiciones para que el cuerpo, pueda funcionar en todas sus partes. Cada miembro del cuerpo de Cristo deja su impacto en los miembros. El que está lastimado siempre está lastimado en una parte, y si está herido en una parte, está lastimado en todo el cuerpo,
La iglesia no está llamada a jugar, pero si está llamada a funcionar como un cuerpo completo, coordinando en todas sus partes. En el Consistorio tenemos que practicarlo también. Cada departamento sirve al cuerpo entero, y a todas partes. La escuela dominical da servicio a toda a la iglesia y a todas sus organizaciones. Ninguna organización puede funcionar por separado: todas sirven a toda la iglesia, y a todas las organizaciones. Cada miembro está en función de toda la iglesia y de todos los miembros. En esto, por supuesto, el Consistorio tiene que darnos el liderazgo, pero todos nosotros tenemos que juzgar el papel que corresponde a cada uno de los miembros.
Un principio importante de la ética cristiana es el de realizar lo que somos en Cristo. En Cristo somos un cuerpo: esto es lo que tenemos que realizar, es decir, hacerlo real entre nosotros.

Iglesia Nacional Presbiteriana Berith, boletín Buen Óleo domingo 1 de Octubre 2023.

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