LA PAREJA

Una pareja es una unidad de dos entidades distintas pero iguales. Y su igualdad es especial y esencial, pero no total. Si es pareja son dos, pero el énfasis no está sobre el hecho de que sean dos. El énfasis está en la unidad que se forma.
La pareja es una unión de pares, de entidades iguales, que encuentran su unidad en la unión realizada por sus diferencias. La pareja, entonces, es un sutil juego entre igual y diferente, en que se logra la unidad por medio de las diferencias.
Tenemos que poner mucha atención al uso de las palabras para expresar el concepto. Por ejemplo, un par de monedas no es una pareja de monedas, aunque las conciban y manejen juntas, ya que, aunque las cuenten juntas, nunca son una verdadera unidad; aunque estén juntas, no son una verdadera unidad. La pareja no es lo mismo que un par.
Es obvio en el libro de Génesis, donde se habla de eso, que el propósito de Dios no era de hacer un par de seres humanos, sino una pareja. En el primer capítulo, los versículos 26 y 27, lo dice, que gramaticalmente son una sola oración. El ser humano, que Dios anunció que iba crear a su imagen, era varón y mujer. Es decir, anunció que iba a crear una pareja.
La unidad, aunque fue anunciada desde el principio, no fue realizada en su realidad multiforme sino hasta que fuera realizada en su concreta creación, como varón y mujer. Tenemos que concluir, entonces, que la unidad, la pareja, es básica, un aspecto esencial del ser humano.
No es lo mismo empezar el pensamiento con el individuo y pensar en la pareja como una asociación de individuos, como iniciar el pensamiento con la idea de pareja y pensar en el individuo como un aspecto con la a pareja.
El pensamiento de revelación en Génesis toma el segundo de estos enfoques. El enfoque que tomemos tendrá muchas más implicaciones para nuestro pensamiento para el matrimonio, la familia y la sociedad. El contexto de nuestro pensamiento en cuanto al matrimonio es la creativa realización de la pareja, que no contempla su destrucción en el divorcio. De hecho, la idea de pareja da otra óptica sobre el divorcio; pues entendemos, en este contexto, que el divorcio deshace la pareja «que Dios ha unido» y la reduce a simplemente dos individuos.
Cuando Adán vio por primera vez a la mujer, que estaba incluida en él desde antes, pero no a la vista, éste quedó admirado de que eran iguales, «hueso de mi hueso, carne de mi carne», dijo. No lo impresionaron tanto las diferencias. Ni las menciona. En el mismo contexto se habla de la gran promesa del matrimonio, «y serán una sola carne», que es la experiencia de pareja. El divorcio pone fuera de las expectativas del ser humano todas las experiencias de pareja. Lo que Dios juntó, dijo Jesucristo, según los evangelistas, que ningún hombre los separe. (Mateo 19:6 y Marcos 10:9)

Iglesia Nacional Presbiteriana Berith, Boletín Buen Óleo, publicado originalmente el domingo 11 de Julio de 2010.

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