Negación y arrepentimiento – Lucas 22:31-34

Meditación bíblica sobre Lucas 22:31-34 por el Hno. Alfonso Abascal
Iglesia Nacional Presbiteriana Berith
Cd. de México

Hoy hablaremos de la negación de Pedro y la gracia del señor Jesucristo.

Sin duda en la vida del apóstol Pedro hubo muchos momentos que fueron memorables y uno de ellos fue cuando el señor Jesús le llamó para seguirle y formar parte de su círculo íntimo; Jesus no solo le cambio su nombre, cambió su identidad, mente y corazón; lo que marcó en la vida de Pedro un antes y un después, no volvería a ser el mismo.

Sin embargo, hay un día en la vida en que Pedro había querido revivirlo para cambiar algunos hechos. Para esto daré lectura a Lucas 22:31-34:

31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. 33 Él le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no solo a la cárcel, sino también a la muerte. 34 Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.

Hasta ahí la lectura, esta conversación es previa a toda una serie de acontecimientos a la crucifixión de Jesus. Así, lo primero que notamos es que lo llama por su viejo nombre, le dice: Simón, Simón; en otras palabras, lo que Jesus le está diciendo es “Vas a reaccionar como cuando no me conocías”.

Seguramente a todos nos ha pasado algo así, actuamos o reaccionamos de una forma muy parecida a cuando no conocíamos al señor Jesus. Entonces ¿Dónde quedó aquella transformación? Y te preguntas: ¿De verdad soy Cristiano o solo me estoy engañando?

En esta conversación entre Pedro y el señor Jesus llama mucho nuestra atención que para Dios no es necesario repetir los días para darnos una nueva oportunidad. Jesus sabía cuándo y cómo Pedro le fallaría, lo cual es sorprendente, pero lo más sorprendente y maravilloso de todo esto es como el señor Jesus está dispuesto a interceder por nosotros para que la fe no falte. 2ª Timoteo 2:13 dice: Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo.

Dios no necesita repetir los días para darnos una nueva oportunidad, Pedo hizo todo lo que Jesus le había dicho que haría, lo negó 3 veces. Y más adelante en Lucas 22:61,62 dice:

 61 Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 62 Y Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente.

No tuvieron que pasar meses o años, el señor solo tuvo que mirarlo y su mirada le partió el corazón, lloró amargamente.

El milagro del canto del gallo le significó a pedro que un nuevo día estaba por amanecer, después de todo, eso es lo que significa el canto del gallo, un nuevo día, un nuevo comienzo; no fue así para Judas, pero sí para Pedro. Jesus mostró su gracia para con Pedro al reprender su pecado de presunción y reparó el daño, esa misma gracia muestra Jesús al mundo entero cuando se entregó para morir en la cruz por nuestros pecados “Él no vino a juzgar, sino a salvar” – Juan 3:17.

Sin duda, lo mejor será mantener una actitud de humildad, y no pecar de presunción “¿Qué tienes que no hayas recibido?” 1 Corintios 4:7.

Ahora una pregunta a manera de reflexión personal ¿Te ha pasado algo así, y cuánto tiempo ha transcurrido para arrepentirte y reconocer tu pecado?

Termino con la promesa del Salmo 51:17 “Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.

Gloria a Dios porque nuestra relación personal con Él no depende de nuestra fidelidad, sino de Su Fidelidad

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